Doctor: ¡Tenemos un problema de alcoba!
Se sabe ya que uno de los principales indicadores que deben de tomarse en cuenta para saber si consultar o no a un especialista es la capacidad que como personas tenemos para disfrutar de las cosas buenas de la vida, de lo simple y de lo maravilloso. De esos motivos de disfrute, uno de los más disfrutables es el de la sexualidad. La sexualidad humana ha sido motivo de múltiples estudios a lo largo de la historia de los tiempos, pretexto e inspiración para obras de todo tipo de arte y sí, también causa tanto intrínseca como indirecta de sufrimiento en personas y parejas. En cuestiones de pareja, los aspectos sexuales son de fundamental importancia por dos razones principales: la primera es que la vida sexual en una relación actúa como una especie de “bálsamo” que permite enfrentar de mejor manera las dificultades inevitables que conlleva el diario vivir ¿Simple, no? Al tener relaciones sexuales satisfactorias y orgasmos, las personas segregamos sustancias de bienestar que mejoran nuestra salud física: nuestro sistema inmunológico se beneficia enormemente, aumenta nuestra energía y se disminuyen los dolores musculares y migrañas. Por supuesto nuestro ánimo se ve afectado positiva y considerablemente: se disminuye el estrés, se previene la depresión leve y moderada y aumenta nuestra capacidad de respuesta. Posiblemente todos estos datos ya los habíamos escuchado o los conocíamos, pero ¿Tenemos una vida sexual plena? Del uno al diez ¿Qué tan satisfechos estamos con la manera en la que ejercemos nuestra sexualidad? La actualidad es un momento histórico privilegiado en acceso a la información y en estímulos. No obstante es carente en cuanto a tiempo y condiciones idóneos para hacer autoreflexión y tener autoconocimiento. Por todo lo anterior, en esta ocasión estas líneas son una invitación para que hagamos un alto y pensemos en cómo nos va en esta área de nuestras vidas y en caso de que algo no nos impida sentirnos plenos y cómodos, busquemos alternativas y recordemos que siempre SIEMPRE existe una solución. La sexualidad es uno de esos aspectos personales que podemos mejorar con la ayuda y el acompañamiento de un terapeuta.
