Infidelidad
Prometo serte fiel En lo prospero Y en lo adverso
En la salud
Y en la enfermedad Amarte y respetarte Todos los días de mi vida….
A veces así comienzan las historias de promesas que están destinadas a no cumplirse. Esta última frase solo aplica hasta que la infidelidad nos separe. Mantener una relación amorosa y formar una familia no es nada fácil, el “Vivieron felices por siempre” se convierte en un cuento bastante contado y poco realista. Pero ¿que lleva a las personas a ser infieles en una relación estable?, los motivos pueden ser diversos, pues no existe uno solo para explicar esta situación, desde luego depende de cada caso particular, del entorno social y la fortaleza emocional. Algunas explicaciones en las que diversos estudios coinciden son: hay una diferencia de género, es decir las razones son distintas entre hombres y mujeres. Por ejemplo, en el caso de los hombres se dice que son más susceptibles a buscar nuevas aventuras de variedad sexual, según estudios biológicamente el hombre requiere mayor excitación sexual que la mujer y es por ello que busca nuevas relaciones para satisfacer esta necesidad. Mientras que en el caso de las mujeres es más probable que se aburran en sus relaciones y necesiten sentirse amadas, deseadas y emocionalmente comprometidas. Otra poderosa razón es la venganza de la pareja esta puede ser por múltiples causas, no solo por infidelidad. En ambos casos es claro que la relación se ha ido deteriorando y en forma muy burda podríamos compararla con una casa a la que no se le ha dado el suficiente mantenimiento, por el contrario, se han ignorado las fallas y se ha permitido el desgaste. La fidelidad es un tema de respeto y compromiso, aunque con la pareja, pero también conmigo mismo, en ocasiones durante el noviazgo pasamos por alto actitudes o conductas de la pareja con la finalidad de que la relación prevalezca o con la falsa idea de que si lo ignoro no está pasando, o bien pensar que con el tiempo el otro va a cambiar. Cuando dos personas inician una relación sería importante observar estas actitudes del otro, se pueden plantear diversas preguntas y contestar de forma sincera, por ejemplo ¿qué tanto se respeta esta persona a si misma? ¿cuida de sí misma u otros lo hacen? ¿es responsable y se compromete con lo que hace? Y porque no indagar en ¿cuáles fueron las razones de sus anteriores rupturas? Estas preguntas pueden dar un panorama más amplio acerca del modelo de comportamiento de esta persona. Una relación de pareja es un contrato de dos y antes de firmar hay que pensar si las cláusulas de dicho contrato son convenientes a mis intereses. De esta forma cada quien asumiría su responsabilidad en la relación, porque también somos lo que permitimos ser.