Poner límites a tus adolescentes
ADOLESCENTES EDUCADOS
En muchas ocasiones, con la llegada de la adolescencia no es difícil que relajes los límites para tus hijos, porque consideran que estos ya no son necesarios como cuando eran pequeños. Sin embargo, al igual que el afecto y seguridad, el establecimiento de límites sigue siendo fundamental durante la etapa adolescente, y cuando estos se vuelven ausentes es posible que los chicos y chicas se sientan desorientados y piensen que sus padres ya no se interesan por ellos. Desde otra perspectiva, la ausencia de control, normas y límites, está relacionado con la presencia y desarrollo de perfiles de comportamiento antisocial e incluso delictivo, el consumo desmedido de sustancias tóxicas y experiencias sexuales anticipadas. A continuación se ofrecen algunas sugerencias en relación con normas y límites.
Límites claros, pensados y con justificación. Es importante que no impongas las normas y límites que han de regular la vida familiar y el comportamiento de tus hijos, tanto en casa como fuera de ella. Hay que conversar con ellos, conocer su punto de vista, explicar los motivos de una determinada norma o regla, y cambiarla cuando te convenza de que es injusta. Involucrar a tus hijos en la toma de decisiones no es sinónimo de que tu pierdas autoridad , si no que será una manera de reconocer que está creciendo y puede empezar a desarrollar un juicio crítico y la participación activa de las decisiones que le pueden afectar.
Ser flexible. Empezar un ajuste de normas y límites a las nuevas necesidades y capacidades de tu hijo a medida que van creciendo. Los límites para un niño o niña de 8 años, no son los mismos que para un adolescente de 14, y menos si tiene 16. Generar controles exagerados afecta tanto como ser ausente, por lo que habrá que beneficiarlos gradualmente en su libertad para actuar y tomar decisiones.
Ser coherentes y consistentes. Puede que en algún momento te sientas cansado o abrumado con respecto al establecimiento de normas y límites, esto te puede llevar a permitir o tolerar comportamientos de tu hijo. Es importante conservar estructuras anticipadas, independientemente de tu estado de ánimo. Muchas veces no estarás de acuerdo con tu pareja, debes de tratar de unificar opiniones y criterios frente a tus hijos , las discrepancias las debes de resolver en privado.
Sanciones. Es totalmente conveniente mantener la calma y no reaccionar de una forma exclusivamente emocional. Después deberás de escuchar su explicación tranquilamente. Por último, habrá veces que será conveniente establecer una consecuencia. Es importante poder transmitir en tu hijo que no es un rechazo a él o ella si no al comportamiento. No obstante, puede haber opciones de consecuencias, como hacerles ver lo decepcionados que están de su comportamiento o la fragilidad que está sufriendo la confianza que se depositó en ellos.
“Los padres, tienes dos posibilidades formar o deformar”
