El Perdón
“El perdón es una decisión, no un sentimiento, porque cuando perdonamos ya no sentimos más la ofensa. No sentimos más rencor. Perdona, que perdonando tendrás paz en el alma y la tendrá quien te ofendió.” Teresa de Calcuta.
¿Cuántas veces no hemos sentido la necesidad de perdonar? ¿Cuántas veces no hemos podido? ¿Por qué cuesta tanto trabajo el perdonar alguna ofensa? Muchas veces pensamos que el perdonar va a hacer desaparecer la ofensa, sentimos que cuando perdonamos estamos otorgando una especie de oportunidad al otro de arreglar las cosas y muchas veces por ese sentimiento salimos decepcionados y, tal vez, esto sucede porque ponemos el perdón en el lado equivocado… El perdón debe venir del entendimiento, es decir tratar de ponernos en los zapatos del otro ¿Por qué la ofensa surgió? , ¿Qué fue lo que pasó, para que la persona sintiera la necesidad de cometer alguna acción determinada? ¿Realmente fue una ofensa? Cuando entendemos las causas, cuando entendemos los porqués siempre es más fácil trascender algunas situaciones; Utilizo la palabra trascender, porque el perdón tiene que ver con un proceso, la palabra en sí, no genera ningún cambio, no es suficiente decir perdón; el perdón es una acción de dos, es decir, que la persona que se sintió ofendida está dispuesta a escuchar las razones del porqué y tal vez el poder hacerse responsable de algunas situaciones además que la persona que ofendió esté dispuesta a arreglar el daño, si esta diada no se puede dar es muy probable que no se pueda trascender a la solución y los vínculos formados se rompan. El perdón debería ser considerado como una oportunidad para poder solucionar algún conflicto que se encuentre escondido en la dinámica de alguna relación ya sea de amistad, amorosa, de padres a hijos o de hijos a padres. Podría ser una maravillosa oportunidad de reconocer y reconciliarnos con nuestras faltas entendido desde ambas partes, podría ser la oportunidad de reconstruir una relación, el problema viene cuando pensamos que con una simple palabra podemos olvidar, el perdón no se trata de olvidar, se trata de re-construir un vínculo; Como seres humanos tenemos la enorme capacidad, aunque a veces poco valorada de crear cosas nuevas de crear nuevas circunstancias, nuevos lenguajes y nuevas formas de relacionarnos. El poder del perdón está ahí, el saber que las cosas pueden cambiar si nosotros cambiamos. Para que podamos perdonar es necesario poder hacer conscientes las fallas, también es necesario valorar las cosas buenas y que éstas sean lo suficientemente fuertes para que sirvan como motor para generar una nueva historia.