Inteligencia
INTELIGENCIA
Me levanto con mucha hambre y comienzo a pensar en lo que haré de desayuno; tomo en cuenta que volveré a comer más tarde; pienso, también en las cosas que haré durante el día y la energía que requieren de mi.
Abro el refrigerador y, la información que ya tengo me lleva a una elección de desayuno; elijo un par de huevos y los preparo como me enseñó mi madre... los acompaño con una salchicha y un poco de café.
Cocino, mientras tomo decisiones sobre la ruta más eficaz hacia el trabajo, recordando los cortes de circulación por las marchas... Entonces, mientras desayuno, entiendo que todo lo que me acaba de ocurrir ha tenido que ver con mi inteligencia; que todos los días está presente, tomando decisiones, razonando, haciendo juicios, siguiendo pautas lógicas para poder resolver problemas...
Pero ¿Qué es la inteligencia?
Más allá de la tan desgastada frase, de que “la inteligencia es aquello que nos separa de los demás animales”, el RAE (Real Academia Española) define inteligencia entre otras cosas como:
1. Capacidad de entender o comprender.
2. Capacidad de resolver problemas.
3. Conocimiento, comprensión, acto de entender.
Aun así, es polémico encasillar la función de la inteligencia solamente con esta definición. Por ejemplo, Howard Gardner explica en su teoría de las inteligencias múltiples el siguiente modelo:
Inteligencia Lógica-Matemática: Es la habilidad que poseemos para resolver problemas tanto lógicos, como matemáticos.
Inteligencia Lingüistica-Verbal: Es la fluidez que posee una persona en el uso de la palabra.
Inteligencia Visual-Espacial: Es la habilidad de crear un modelo mental de formas, colores, texturas.
Inteligencia Corporal-Cinética: Es la habilidad para controlar los movimientos de todo el cuerpo para realizar actividades físicas.
Inteligencia Musical: Es la habilidad que nos permite crear sonidos, ritmos y melodías.
Inteligencia Interpersonal: Consiste en relacionarse y comprender a otras personas.
Inteligencia Intrapersonal: Es nuestra conciencia. Entender lo que hacemos nosotros mismos y valorar nuestras propias acciones.
Inteligencia Naturalista: Consiste en el entendimiento del entorno natural y la observación científica de la naturaleza como la biología, geología o astronomía.
Luego entonces, el simple hecho de razonar, comprender y resolver problemas no alcanza a describir todo lo que nuestra inteligencia es capaz de realizar.
Por ello, podemos entender no sólo lo complicado que puede ser definir la inteligencia, sino también medirla, aún cuando existen diferentes tipos de test para tratar de establecer una escala de inteligencia, por ejemplo:
Test de Binet-Simon: el primer test de inteligencia fue desarrollado por Alfred Binet (1857-1911) y por el psiquiatra Théodore Simon, se trataba de determinar la inteligencia de los individuos que presentaban déficit intelectual, en comparación con el resto.
Test de conocimiento adquirido: este tipo de pruebas miden el grado de adquisición de conocimiento en una determinada área.
Test de Inteligencia verbal: en este tipo de tests se evalúa la capacidad para comprender, utilizar y aprender el lenguaje.
Test de Inteligencia lógica: este tipo de tests evalúa la capacidad de razonamiento lógico, por tanto, ponen a prueba la capacidad de análisis y lógica de la persona.
Test WAIS: la escala de inteligencia Wechsler para adultos permite obtener el CI, y además ofrece independientemente el CI manipulativo y el CI verbal.
Estos son algunos de los test existentes que ayudan a medir algunas de las áreas de nuestra inteligencia.
Pero otra pregunta que surge es:
¿Dónde se encuentra físicamente la inteligencia?
Richard Haier investigador de la Universidad de California en Irvine, y Rex Jung, de la Universidad de Nuevo México, con base en estudios por escaneos cerebrales relacionados con la inteligencia; algunos de estos realizados en ellos mismos, determinan la ubicación de la inteligencia en los lóbulos frontales y parietales.
Aunque específicamente la inteligencia no se desarrolla exclusivamente en esa área, sino que son parte de estaciones de paso donde se realiza todo el proceso.
Ahora podemos ver que nuestra inteligencia no sólo nos hace diferentes de los animales, sino también nos hace diferentes entre nosotros mismos, el verdadero reto es tenerlo presente.
Estar en conciencia del uso de nuestra inteligencia, darle la dimensión correcta en nuestras vidas, sin menospreciarla, ni ignorarla, ni tampoco sobre valorarnos por considerarnos más “inteligentes” ya que siempre existirá una área de nuestra inteligencia que podemos desarrollar.