La importancia que le das a tu ansiedad
¿ASISTIR A TERAPIA? SI NO ESTOY DESESPERADO
A menudo observamos que tenemos diferentes conductas o algunas molestias en nuestra vida diaria y no le tomamos importancia, pero los demás sí se dan cuenta y cuando nos lo mencionan reaccionamos de una manera defensiva como si al decírnoslo lo hicieran para infringir un daño.
Todo esto es parte de la negación de los problemas del día a día, pero ¿A dónde van esas sensaciones y frustraciones que nunca dejamos salir? En ocasiones se manifiestan en forma de ansiedad lo cual, si no se atienden a tiempo, puede llegar a convertirse en ataques de pánico, de hecho es más común de lo que creemos. Esas sensaciones de desesperación casi siempre llevan consigo pensamientos fatalistas, incluso hay pacientes que sienten como si fueran a morir. En sí, nadie ha muerto, hasta la fecha, a causa de la ansiedad, pero estudios recientes revelan que los síntomas son similares o peores que cuando se está en situaciones de agonía por alguna enfermedad.
Un ataque de pánico puede comenzar de manera súbita y sin razón aparente, puede comenzar con dificultad para respirar, dolor en el pecho, nausea y mareo, o con la presencia de sudoración y temblores. Todas estas molestas sensaciones físicas no se presentan solas, vienen acompañadas de angustia abrumadora y miedo intenso relacionado con perder el control o morir.
Si conoces a alguien que ha experimentado un ataque de pánico, sabrás que es una experiencia que genera un gran sufrimiento y que interfiere profundamente con la vida de una persona.
Comprender los aspectos internos que se encuentran detrás de un ataque de pánico permite conocer sus causas, así como los tipos de tratamiento que resultan más eficaces.
Los ataques de pánico afectan a muchas personas, estadísticamente más a las mujeres que a los hombres. Suelen comenzar más allá de los 25 años y son la causa de mucho sufrimiento y, sobre todo, de una minusvalía personal y social creciente que impide a las personas realizarse y ser felices. Sin embargo, es una enfermedad que puede superarse.
Muchas personas que tienen trastornos de ansiedad no tratados son propensas a otros trastornos psicológicos como depresión y tienen mayor tendencia al abuso de alcohol y otras drogas. Sus relaciones con familiares, amigos y compañeros de trabajo pueden volverse muy tirantes y su desempeño laboral puede decaer.
Conjuntamente con la psicoterapia, la medicación adecuada y eficaz puede desempeñar un papel importante en el tratamiento. En los casos en que se usa medicación, la atención de los pacientes puede ser manejada por un terapeuta en colaboración con un médico.