Para amarnos más
Hoy te escribo para invitarte a pensar ¿Cuántas veces eliges huir, en vez de quedarte con una relación donde hubo cariño?
Así como canta Mijares: Para amarnos más, nos juramos juntos que aunque la vida pase, los ríos corran y los pájaros emigren, siempre habrá un buen día para amarnos más...
Observo cómo andas por la vida, tratando de esconder tus heridas de guerra, deseando que nadie te vuelva a hacer eso que tanto te dolió cuando eras niño, cuando te enamoraste por primera vez, cuando decidiste confiar en alguien y las cosas salieron mal... También te he escuchado, sollozando por sentirte atrapado en el mismo ciclo vicioso de siempre, rodeándote del mismo tipo de personas... Y dices que estás repitiendo un patrón que no puedes romper.
La paradoja del asunto es, que mientras más le huimos al conflicto con los demás, más se nos presenta en la vida... Entonces, sólo basta con enfrentarse al conflicto (uno a la vez) para que no se vuelva a repetir de la misma manera dolorosa.
¿Suena sencillo verdad? y sabemos que no lo es...
Lo primero que te toca hacer, es dejar de ver tu miedo como ese monstruo inmenso que bloquea tu visión, tu pensamiento, tus anhelos... Tienes el hábito de creer que tus problemas son realmente serios y difíciles de resolver cuando, la realidad, es que tus problemas son sumamente ESPECÍFICOS.
Leíste bien, específicos... y ¿De qué te sirve saber que tus problemas son específicos? te sirve para dejar de permitir que el miedo, los celos, la envidia, el rencor, o lo que sea, te aplasten y destruyan tus ganas de seguir viendo a tus papás, a esa exnovia que amaste tanto, a tu hermano-rival, etc.
La tarea de enfrentarse al conflicto con valentía, empieza cuando identificas claramente que a ti, lo que más te duele que te hagan es:____________________________.
Así, cuando te acercas a la persona que tanto quieres, sabes específicamente qué es lo que vas a cuidar en ti y dejarás de sentir que esa persona tiene el poder de destruirte, así es como empiezas a romper la rutina, hacer las cosas distinto.
En la vulnerabilidad está la verdadera fuerza de las relaciones, siempre y cuando, la primera lealtad sea contigo mism@.