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Poniendo la mano sobre el corazón







¿Cuántas veces has pensado: Lograré lo que quiero cuando tenga las habilidades o herramientas necesarias?

 

Me ha tocado oír muchas veces: " Tendré hijos cuando tenga estabilidad económica", "Nos casaremos cuando me alcance para comprar la casa", "Tomaré la clase de música cuando tenga más tiempo", "Iré a visitarlos cuando tenga menos trabajo" Te voy a contar una historia y mientras te pido que te pongas en los zapatos de esta persona: A sus 30 y pocos años, un hombre casado, que ya tenía a sus 5 hijos, decidió que él no se podía quedar atrás en los logros de su vida. Habiendo estudiado Ingeniería Química, estaba muy interesado en experimentar con la mezcla de plástico flexible y rígido. Tenía una idea de puertas plegables que quería comercializar usando estos dos tipos de plástico. De puerta en puerta se fue acercando a la gente que pudiera comprarle sus ideas y apoyar su proyecto de closets (guardarropas) mexicanos. No se fijó en los obstáculos o las dificultades, no se detuvo a pensar que no estaba listo para asumir un riesgo grande; no titubeó en pensar que tenía que materializar sus ideas...


¿Tú crees que alguien de 34 años, con 7 bocas que alimentar, renunciaría a su trabajo estable para emprender un sueño de negocio?


Pues lo hizo, dejó la seguridad de su trabajo para perseguir un ideal, y ¡lo logró! Convirtió su idea en una empresa sólida que sigue dando frutos y generando propuestas. Emprendió un camino de batalla y consiguió un espacio para crecer, realizar sus puertas plegables y un sin fin de productos más, siempre mejorando: SOBRE LA MARCHA... Te estoy hablando de un hombre que decidió no prestarle atención al miedo, un hombre que creyó que el dolor era sólo una pérdida de tiempo, una distracción; alguien que no se preguntó si le tocaba emprender, simplemente asumió que ese era su papel. Después y durante su sueño de puertas, de todas sus creaciones de plástico y madera; también tuvo tiempo de educar niños, viajar con su familia, cocinar pasteles, participar en causas de beneficencia, compartir su arte con sus nietos, bailar con sus hijas, montar las bases para un museo de ciencia, pasearse por el mundo y estar presente para su descendencia.

¿Tú te quejas de no tener tiempo?


Esta es la historia de un hombre ejemplar que se dio el tiempo para crecer en todas las direcciones que la vida ofrece. Me parece que su secreto fue: NUNCA ESPERARSE. Siempre estás esperando a tener más edad o tener más dinero; piensas que podrás empezar a buscar lo que quieres cuando vivas en otro lado, cuando te cases, cuando bajes de peso. Si te esperas a las circunstancias perfectas para tomar una decisión importante, mejor espera sentado. Porque todos los que verdaderamente logran algo, lo construyen SOBRE LA MARCHA. Y SI DEJAS DE PONER PEROS A LA VIDA... ¿CUÁL ES TU EXCUSA?


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