Empatía 2
-POTENCIAR LA DIVERSIDAD-
(PARTE 2)
EJERCICIOS PARA MEJORAR TU EMPATÍA
La clave para ser más empático es aprender a ponerse en el lugar del otro, dejando de ser tú por un momento y entendiendo los deseos y miedos de tu interlocutor sin estar pendiente de lo que vas a decir a continuación. Es casi como meditar. Veamos algunas formas de conseguirlo:
DEJA DE ESCUCHAR DURANTE 5 MINUTOS Y FÍJATE EN OTRAS COSAS.
A menudo damos más valor al significado de las palabras que al resto de información que somos capaces de percibir. Tono, postura, expresión, mirada, silencios… Captas toda esa información de forma inconsciente, pero tu raciocinio la oculta al dar más importancia a las palabras textuales. Así pues, haz callar a tu razón y dale una oportunidad a tu intuición.
PARA ENTENDER A ALGUIEN INTENTA IMAGINARTE QUÉ LE MOTIVA A HACER LO QUE HACE.
Piensa en alguna dificultad que pueda encontrarse día a día. Si es un comerciante, puede que el negocio este muy lento, los ingresos no sean los de antes y le cueste más pagar el alquiler. ¿Reflexionar sobre eso un momento antes de hablar con él puede incrementar tu empatía? Seguramente sí.
HAZ QUE LA OTRA PERSONA TAMBIÉN PONGA DE SU PARTE.
Para que se abra más sencillamente pregunta ¿Cómo estás? y espera. Gira tu cuerpo hacia ella ofreciéndole toda tu atención. No lo hagas sólo por cortesía. Incluso tocarla ligeramente en la parte superior del brazo puede hacer que se sienta más comprendida y libre de expresarse.
RESPETA LOS TIEMPOS DE LA OTRA PERSONA.
Para desarrollar una buena relación empática es importante que respetes los tiempos de la otra persona:, es decir, procura no interrumpir el discurso de la otra persona para escuchar todo lo que dice, no te quedes enganchado a una parte del discurso porque entonces no escucharás todo lo que tenga que decirte y no presiones.
Cada uno tiene unos tiempos psíquicos para contar determinadas cosas y es importante que se dé un espacio para que pueda llegar a ese momento en el que hablar sea algo que surja de manera natural, o con un poco de esfuerzo, pero sin sentir que está haciendo algo peligroso al abrirse a los demás.
CON LO QUE TE DIGA, NI SE TE OCURRA EXPONER TUS CONCLUSIONES.
Evita decirle “Tu problema es que…”. Si percibe que le entiendes no se sentirá solo en su problema y se abrirá más. Si cree que lo vas a regañar, se cerrará.
PARAFRASEA Y REFORMULA SU MENSAJE AÑADIENDO LA EMOCIÓN QUE CREAS QUE ESTÁ EXPERIMENTANDO.
“Así que nadie te ha llamado en dos semanas… Creo que eso te puede hacer sentir solo, ¿es así?”. Se sentirá más comprendido y lograrás que pase de hablar de hechos a hablar de emociones. Y esa es la clave de la empatía.
SAL VARIAS VECES AL DÍA DE TUS ZAPATOS PARA PONERTE EN LOS DE LOS DEMÁS.
Esfuérzate durante un tiempo en hacer todo esto y dentro de poco te sorprenderás a ti mismo haciéndolo de forma casi inconsciente. Habrás logrado mejorar tu empatía. Como ejercicio final, te propongo un reto extremo de empatía con el sociólogo Sam Richards. Si eres capaz de entender a las personas que describe es que, en el fondo, eres capaz de entender a cualquiera.
OLVÍDATE DE LOS PREJUICIOS
Si realmente quieres escuchar al otro en todas sus complejidades y valorar el esfuerzo que hace por compartirlo, olvídate de los prejuicios.
No todo el mundo tiene los mismos valores morales ni la misma ética, por lo que hay que respetar la individualidad del otro y sus valores para poder hacer una escucha real. Si uno va con sus prejuicios por delante, se coloca en un lugar tan alejado de lo neutral que será imposible que el otro se sienta acogido.
A veces solo tenemos que imaginarnos de verdad cómo puede estar pensando la otra persona para comprender el porqué de las cosas. Y ese ejercicio lo podemos hacer con cualquiera de nuestros conocidos, amigos y familiares…¿no merece la pena hacer el esfuerzo?
Por ultimo te dejo estos consejos para que los recuerdes día a día:
¡Empieza hoy a practicar ser EMPATICO!