3 signos de alerta en tu nene
¡TENGO NIÑXS PEQUEÑXS! ¿NECESITO UN DOCTOR?
El tema de los niños y de las niñas pequeños es de gran preocupación para las familias.
Hablando de ciclo vital de la familia, es esta la etapa en la que más frecuentemente llegan al consultorio de las especialidades en conducta y en salud mental, pues debido al momento histórico que vivimos (caracterizado por el acceso enorme que tenemos a la información) estamos más cerca de los servicios que existen y de las alternativas.
No obstante y a pesar de que esto es una enorme ventaja, es de gran importancia tener claros los principales signos de alerta que ameritan la opinión de un experto. Por lo menos para realizar una impresión diagnóstica y una valoración que pueda dejar a los padres y madres más tranquilos y ciertos respecto a las decisiones que pueden tomar respecto a cada situación específica.
Signos y síntomas en niños pequeños importantes de ser tomados en cuenta y que pueden ser de fácil detección para los principales cuidadores, pueden ser:
Apatía y adinamia.
Se refiere al bajo interés por realizar actividades propias de un niño pequeño. Lo normal es que un niño o niña tenga interés por explorar el mundo que lo rodea, sea inquieto, se mueva. Cuando se observa poca actividad o poca motivación, es necesario poner atención en la conducta en general de nuestros niños.
Dificultades en el sueño o en los patrones de alimentación.
Aunque sólo tomando en cuenta las características específicas del caso sería que podríamos determinar de acuerdo a la edad lo que es un problema y lo que no lo es en cuestión de sueño y alimento, lo cierto es que si un niño o niña presenta dificultades constantes para poder conciliar el sueño, despertar por las mañanas, probar nuevos alimentos o dejar de comer, es importante tomar medidas.
Alteraciones según la etapa de desarrollo.
Existen diferentes herramientas que los padres y madres de familia pueden utilizar para saber si es normal la conducta de los niños o la velocidad con la que maduran y van aprendiendo cosas nuevas. Es muy recomendable que las familias se informen de fuentes confiables para saber a que edad los niños y niñas pueden caminar, correr, gatear, hablar o compartir. Cuando notemos un desfase con base en las tablas de desarrollo más conocidas, será necesario realizar una llamada para concertar una cita.
A manera de conclusión, el mensaje es que ya sea que la familia requiera de un tratamiento especializado para sus niños o niñas, o sólo sea cuestión de una asesoría de única vez, el acompañamiento de un especialista hará la enorme diferencia entre una enorme preocupación o una solución asertiva y responsable.
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