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SORPRESA! Los Terribles 2 años!!!!

TERRIBLE TWO... TERRIBLE THREE... TERRIBLE FOUR...

 

Dicen que los 2 años son los más pesados, los famosísimos “terrible two” (silencio… cri cri) pues déjenme decirles que ¡no!, los tres también son terribles.


Los dos/tres años son los más pesados, sí es verdad, pero también son los más divertidos del mundo, los niños están es una etapa donde exploran, descubren, son esponjas que ven y aprenden todo lo de su alrededor, imitan, actúan y ejecutan roles; es cuando juegan a los súper héroes, a las princesas, a los papás, a la maestra, al doctor, y un sinfín de roles de una manera muy única y espontánea. Son genios en potencia, su creatividad la comienzan a desarrollar y si uno como papá esta presente para fomentar esas habilidades ¡ya la hicimos! Porque les digo que tendremos niños felices.


Es esa etapa donde el embarrarse, gritar, correr, brincar es lo máximo y no me digan que no, muy en el fondo todos deseamos poder revivir esas etapas, poder brincar en los charcos, embadurnarnos en los areneros, comer como cavernícolas, y demás cosas que se imaginen, todo aquello que los pequeños hacen disfrutando al descubrir cosas nuevas.


Pero ante todo esto que se escucha increíble, para nosotros papás, ¿cómo reaccionamos ante estas escenas primitivas? ¡Pues mal! Reaccionamos generalmente histéricos, enojados, hacemos corajes y decimos con todos nuestros pulmones ¡NOOOO! Son esos pequeños instantes en el cual como papás tenemos que estar muy conscientes de las acciones y respuestas que les damos, porque recuerden que todo lo que hagamos puede ser utilizado en nuestra contra, donde la “educación ideal” que queremos darles a los niños, a veces se ve en peligro porque en realidad nuestra tolerancia es muy baja, se presentan altas y bajas en los canales de comunicación, descubrimos emociones y salen hasta las sombras que tenemos dentro.


Recordemos papás que todo esta en la actitud y sobre todo en el ejemplo, y aunque tengamos miles de cosas personales, laborales, de lo que sea, aprendamos a separar, que los hijos no tengan porque recibir las consecuencias de nuestros miedos, el día que dejemos de depositarles aquellas emociones que no sabemos como padres manejar, ese día comenzarán a cambiar sus berrinches, incrementar su autoestima, su seguridad y se sentirán relajados y creciendo en un ambiente lo más sano posible. Como consejo, ya después corre lejos de ellos y grita, patalea, muerde, y haz todas aquellas reacciones que refleja tu hijo cuando se enoja, pero cuando ellos estén presentes, luchemos por controlarnos y por recordar siempre que son sólo niños que necesitan de nuestra paciencia, nuestro amor y nuestra guía para desarrollarse en un mundo totalmente nuevo y desafiante.





* La imagen del encabezado proviene de Unsplash.com

* La imagen de "Contacto al Psicólogo" pertenece a Beo Psychology Life Tools


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