Familia mexicana ¿duele?
Léase en caso de conocer una familia mexicana
El mexicano y su tipo de estructura familiar ha sido estudiado por varios autores, pero coincido particularmente con el autor del libro “Psicología del mexicano”, Rogelio Díaz Guerrero.
En su libro, Díaz describe la estructura de la familia mexicana de un modo sencillo y claro:
La estructura de la familia mexicana se fundamenta en dos preposiciones principales: la supremacía indiscutible del padre; en donde hacen referencia al nacimiento del primer hijo que debe ser varón y enfocarse en actividades rudas propias de un hombre rígido y varonil, y el necesario y absoluto auto-sacrificio de la madre; en donde cría a las hijas para apoyo en actividades domésticas y atender a sus hermanos varones, el tener como primer hijo a una niña es símbolo de preocupación y preocupación moral de la familia.
Hablando del hombre y conforme pasa su niñez, se indica que entre más grandes tenga los testículos o el pene, será más eficiente en el área sexual, o simplemente será el líder del grupo por haber iniciado antes sus relaciones sexuales; lo anterior lo convertirá en un verdadero “hombre”; en cambio con la mujer, después de haber aprendido como esclava las actividades propias de una dama, esperará pacientemente la llegada de su hombre ideal, que la transformará de ser esclava a ser reina; ya que la tratará como tal, brindará estabilidad y seguridad. Así la esposa mexicana entra, mucho antes de la maternidad, en el camino real de la abnegación, la negación de todas sus necesidades y la prosecución absoluta de la satisfacción de las de todos los demás. Dentro de la familia mexicana, el niño deberá ser obediente y sumiso, hablar con respeto delante de un superior, en caso contrario se reprenderá con castigo físico de así requerirse.
Al parecer, históricamente, el patriarcado ha sido la estructura familiar básica de todas las sociedades modernas. Se caracteriza por la autoridad de los hombres sobre las mujeres y sus hijos en la unidad familiar. Para que los hombres ejerzan esta autoridad, el patriarcado debe dominar toda la organización social, la producción, el consumo, la política, el derecho y la cultura. Sus estructuras fundamentales son las relaciones sociales de parentesco, la heterosexualidad obligatoria y el contrato sexual.
La figura del patriarca se ha vinculado a una persona sabia, previsora y protectora y las mujeres son consideradas subordinadas, cuya principal misión es la de procurar la reproducción y el cuidado del hogar.
El núcleo del poder está ocupado en forma exclusiva por el padre y que se destaca como modelo de excelencia. En este tipo de familia predomina la estructura, la ambición y la competitividad, sobre la cohesión, el afecto y la armonía.
Pero también puede existir el matriarcado el cual se puede ejercer con orgullo, pero ¿qué es el matriarcado? Es un sistema en el cual la mujer ejerce una función social de primer orden para el desarrollo de la comunidad, donde es la cabeza de la familia y la transmisora del parentesco. En el matriarcado las mujeres mandan, organizan el trabajo y disponen el cumplimiento de la ley. Su saber es respetado por todos y las mujeres son admiradas por la valentía que muestran a la hora de tomar decisiones. Con ellas, los hombres se sentían seguros y protegidos.
Las posturas del matriarcado se basan en dar poder sobre el hombre a ciertas mujeres, o poner al hombre como fachada cuando es la mujer quien toma las decisiones, en este último ejemplo el hombre se vuelve un objeto social que sirve de fachada ante la sociedad; este matriarcado tiene sus propias reglas y funciones de los roles de cada individuo dentro del núcleo y es muy común en México.
Cualquiera que sea la estructura de la familia, lo primordial debe ser la protección y seguridad de la misma logrando el equilibrio en la responsabilidad que comparten tanto el padre como la madre. El apoyo mutuo se verá reflejado en el beneficio de la familia.
FUENTE: Díaz-Guerrero, R. (1982). Psicología del mexicano. Editorial Trillas.