SOS mi novio con Déficit de Atención
- Psic. Christian Sánchez
- 2 jun 2017
- 2 Min. de lectura
HOMBRES Y DEFICIT DE ATENCIÓN

Díganme, ¿a quién le ha pasado? Seguramente no sólo una, sino en varias ocasiones y además por parte de distintas personas que se relacionan con ustedes (parejas, ligues, amigas, amigos, compañeros de trabajo, conocidos, tu propio jefe y familiares…). Me refiero las típicas expresiones de “no me estás escuchando”, o “no me prestas atención cuando te hablo”, o “mírame a los ojos” cualquier otra análoga.
En el caso de que tú, lector, seas chica, entonces frases como las anteriores no te las habrán dicho nunca pero sí las habrás pronunciado en numerosas ocasiones, pero, ¿qué tal si eres HOMBRE?.
Aunque, realmente, tampoco es necesario que recurramos a la experiencia personal propia para saber que socialmente ya existe la convicción totalmente aceptada de que los hombres tenemos tendencia a ignorar o distraernos de determinadas charlas provenientes del género femenino.
“NO ES QUE NO QUIERA, ES QUE NO PUEDO”
El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad o comúnmente conocido como TDAH, es un trastorno de carácter neurobiológico que se caracteriza por tres síntomas básicos:
Déficit de atención
Impulsividad
Hiperactividad motora y/o vocal
¿Y esto cómo nos lo llevamos al campo práctico?
Pues ahora volvemos a la premisa inicial. Por puro conocimiento empírico partimos de la base cierta de que los hombres presentamos cierta “dificultad” a la hora de escuchar o prestar atención a conversaciones o situaciones relacionadas con nuestro entorno. Es como si no pudiéramos centrarnos en lo que nos están diciendo, como si estuviéramos despistados o con la cabeza puesta en otro sitio.
Sobra decir que este hecho tan común es “utilizado” por las personas para tacharnos de insensibles, agresivos, desinteresados, desconsiderados, egoístas, indolentes, y un largo etcétera. Y si no lo dicen, lo piensan. Claro, ocurre que, desde distintos puntos de vista, nuestro comportamiento puede responder a un déficit de atención.
Al respecto, se sostiene que, “si bien esta condición no es grave, lo ideal es que se intervenga a tiempo, para que no interfiera severamente en las áreas del desarrollo del paciente”. En caso contrario, cuando la condición se diagnostica por primera vez en un adulto, se debe sospechar de otras patologías asociadas, porque una de las características del déficit atencional, es la comorbilidad; es decir, es posible detectar la presencia de trastornos adicionales, como ansiedad, angustia, insomnio, depresión, hipotiroidismo, déficit de algunas vitaminas u otros.
No siempre son necesarios los medicamentos, pero por lo general, el tratamiento debe ser integral, es decir que incluya indicación farmacológica si es necesario, ayuda psicológica y apoyo complementario, para reducir el impacto que provoca el déficit atencional en la calidad de vida de una persona. Por lo anterior, el especialista recomienda una dieta saludable, practicar algún deporte o algún tipo de meditación, yoga y generar hábitos de orden en el diario vivir.
RECOMENDACIONES
Mantenga una lista diaria de cosas por hacer.
Para que el día a día sea bien organizado y sin olvidos, establezca una rutina con todas sus actividades y obligaciones
Lleve una agenda de planificación, ojalá escrita a mano y no electrónica.
Realice pausas para que su nivel de atención sea óptimo en todo momento. Cada dos horas de trabajo, haga una pausa de 10 minutos.
Use organizadores, cajas y archivadores para estructurar su ambiente.