¿Mi novia artificial es mejor que las mujeres?
Amo a mi Waifu (amores de millennial)
La generación millennial es la que mejor domina la tecnología, ya que ésta se encuentra infiltrada en todos y cada uno de los aspectos de su vida con total normalidad. Los dos mil millones de millenials que hay en el mundo (32,8% de la población) cuentan con el teléfono móvil como su gran aliado y como una herramienta imprescindible para dar a conocer su identidad al mundo exterior.
Uno de los tantos hábitos de los otakus nippones que han desembarcado en el fandom latino es el de las “waifus”. Algunos se preguntarán ¿qué es una waifu? Waifu, es la romanización de la palabra inglesa Wife, que significa esposa; este término se utiliza para determinar que cierto personaje de anime (manga o videojuego) es tu “esposa”. En pocas palabras, una waifu es un personaje por el cual, el fanático, tiene sentimientos más complejos que una mera atracción “física”, un personaje con el cual quisiera casarse y compartir su vida.
Dentro de este fenómeno, podemos analizar dos factores, primero la atracción física: en la atracción física a una persona le atrae sexualmente el cuerpo de otra persona, sin importar su sexo. Los personajes elegidos como waifus son dibujos detallados de una esbelta mujer, resaltando sus cualidades más eróticas las cuáles se comportan de manera idónea según la expectativa del hombre promedio, es natural que les excite también.
El otro factor a resaltar es la conexión emocional: lo más común es que uno conoce a esa persona, primero superficialmente y luego de un tiempo de compartir, se entera de sus sueños, su historia, infancia, su familia, sus amigos, etc. Cuando uno llega a conocer a otra persona es cuando se siente cercano a ella. Con los personajes de anime suele suceder del mismo modo: primero la chica es presentada brevemente, luego a través de la historia, el espectador puede conocer su pasado, sus miedos, sus gustos, su familia, amigos/as, sus sueños e incluso puede escuchar lo que piensa en ocasiones. Es natural que el espectador sienta que conoce al personaje de toda la vida, y de ahí surja esta conexión aceptando su limitante de no tener contacto físico.
Sentir o tener un amor platónico en algún momento de la vida es algo habitual. Cuando se convierte en una obsesión que genera frustraciones conviene recordar que este tipo de amor está basado en una idealización que no se corresponde con la realidad y que se trata de una relación imposible o difícil que establecer.
En la actualidad tenemos la facilidad de cuasi materializar estos amores platónicos a través de los medios electrónicos, de hacerlos más palpables. Antes sólo se albergaban en ideales dentro de nuestra mente en forma de juegos e historias. Las waifus le dan un plus al amor platónico ya que se pueden llevar de la imaginación a los medios físicos al editar fotos, poner situaciones bajo nuestro control como el tipo de ropa que usa, formas y lugares deseados, proyectando nuestros deseos y creando esa afinidad de gusto con el personaje elegido al grado de convertirla en una esposa virtual.
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