Mi hijo encontró PORNO! qué hago?!
Los niños actuales frente a la pornografía
En la práctica reciente dentro de consultorio, cada vez llegan más pequeños y pequeñas con edades entre 8 y 11 que descubrieron la pornografía y ahora forma parte de su entretenimiento cotidiano, por supuesto que los niños son llevados por padres angustiados.
El tema se ha convertido en recurrente para niños de esta generación por diversas razones:
●El acceso a la pornografía es más fácil gracias a Internet.
●Por necesidades adultas y contextuales, los niños pasan más tiempo solos dentro de casa.
●La cercanía, uso y manejo total de aparatos electrónicos, comienza a edades muy tempranas.
●El acceso a los anteriores, es parte de la rutina diaria, así que se usa por varias horas al día.
●El sedentarismo provoca energía física acumulada que en ocasiones se traduce en ansiedad.
●Los estímulos cotidianos alrededor del sexo, son tantos y tan explícitos que, que los pequeños “necesitan” de estímulos creados para personas con mayor edad para poder sentirse excitados.
Si bien, no hay juicio ni necesidad de vergüenza en ningún tema de gustos sexuales, el problema con la exposición temprana a la pornografía consiste en que al conocer primero, el sexo actuado y después el real; se forman expectativas no alcanzables, sobre el propio cuerpo, sobre el cuerpo de la otra persona, sobre la forma de vincularse, sobre el placer y sobre el sexo mismo, de esta manera, se afecta, el futuro social, de pareja y por supuesto, la autoestima; que recordemos, está en formación.
¿Qué hacer?
Las siguientes recomendaciones se hacen para niños en edad primaria, al crecer, es importante ser más flexibles, adaptarse poco a poco a cambios y seguir con algunas reglas de protección.
Lo primero es tener en cuenta que, si bien los medios electrónicos son una forma muy eficaz de entretener a pequeños; no es necesario ni recomendable una exposición temprana a los mismos (entre más se extienda el periodo sin su uso, mejor) ni un tiempo prolongado de contacto, una buena regla es sólo fines de semana para pequeños y máximo una hora al día para mayores.
El acceso a los gadgets, de preferencia que sea en un lugar donde se comparta espacio y si el chiquito tiene un aparato personal, cuidar las configuraciones de protección a menores y hacer un monitoreo continuo del historial de búsqueda.
Así mismo; es importante tener una actitud abierta al responder dudas sobre sexualidad, siguiendo 3 reglas:
1.Honestidad
2.Claridad (en nombres y conceptos)
3.No dar mas información de la que se pide.
¿Y si ya le “caché” porno?
Lo más importante es mantener la calma y evitar conductas violentas o enfocadas a la culpa, no necesitas actuar inmediatamente, espera a sentirte listo.
Antes de hablar; explora lo que te hace sentir la situación y manéjalo en ti, solo, en pareja o con ayuda profesional.
Siéntate a hablar con tu hijo o hija en un lugar y momento donde puedan pasar mucho tiempo sin distracciones, de preferencia sentados, donde puedan estar a la misma altura, a lado uno del otro y con calma.
Antes de decir tu opinión, plantéale que viste algo que sabes que descubrió y que crees que no es apropiado para su edad y pregúntale si sabe a lo que te refieres, si es así, explora inquietudes, si lo niega, no le des muchas vueltas y dile que se trata de pornografía, pasando inmediatamente a la exploración de dudas.
Durante todo momento, dile que esto te preocupa, no te enoja, platícale que lo que vió no es real, que es una actuación, igual que en las películas, puedes darle ejemplos de esta distorsión de la realidad que estén acorde a su edad.
Cuida evitar comunicarle que lo que hizo está mal o es digno de sentirse avergonzado, explica que comprendes y ves con normalidad el deseo sexual y el goce por el mismo, sólo que no está listo para este tipo de imágenes.
Por último recuérdale que tu trabajo es protegerlo y que con este fin es necesario que siga algunos pasos:
●Ante la duda de un contenido de internet, pregunta y no lo abras.
●Revisa los aparatos electrónicos siempre en presencia de mamá o papá.
●Pregunta todas las dudas sobre sexualidad de forma directa a un adulto.
Si ves que esta conducta es repetitiva, que va acompañada de mucha ansiedad, de otras conductas muy sexualizadas o no sabes cómo abordar el tema, consulta un especialista.
