Adicción a los "Likes" PELIGRO
- Psic. Adrián Lazcano
- 10 jul 2017
- 2 Min. de lectura
Likes!!! La nueva adicción.

Nuestra sociedad, día a día tiene mayor número de información compartida por diferentes personas, en distintos puntos del planeta.
Las redes sociales se han convertido en uno de los medios más utilizados para conectar, informar, mostrar y compartir imágenes, frases, noticias, actividades con más de una persona, sobre todo bajo una temática que sea del interés de aquella persona a quien le llega la información… ¿será que necesitemos atención, gusto o aprobación de los demás.
La mayor parte de los usuarios en redes sociales se han enfocado en subir información agradable, más para los demás, que, para ellos mismos, aun cuando esto implique alejarse de la realidad o tener que actuar y comportarse de manera inusual o fuera de la manera común de hacerlo, porque eso, son las publicaciones acciones o perspectivas que en su mayoría no determinan o implicación características reales o parecidas a nuestra forma de ser real.
Las relaciones interpersonales han tomado una perspectiva diferente. Hoy en día, no basta con el contacto de persona a persona, el contacto con alguien cerca de nosotros, aquellas platicas con café y galletas, no basta con compartir actividades al aire libre y disfrutar de una velada con alguien especial, no basta con admirar la belleza propia sin tener que subir mi última selfie, ahora un like es un triunfo, una meta más alcanzada, una ovación y elogio, una satisfacción más.
¿Y por qué produce tanto placer o gusto el recibir un like en mi publicación?
Desde un punto de vista general. quizás el recibir notificaciones de “likes” sean una forma de crear sentimientos erróneos de un bienestar o posición social, ¿y por qué falso? porque realmente muchas de las actividades que se postean y se suben a las redes sociales no son disfrutadas de manera auténtica, propia y autónoma y así se comienza a valorar más el placer de gustarle a los demás que el gusto a mí mismo.
Creamos escenarios invisibles donde nuestra atención se enfoca a personas detrás de dispositivos móviles, que sin contacto personal o físico crean importancia en mi ahora, en mi momento, desde el momento que realizo mi publicación y así comienza nuestra desconexión del mundo real.
Si la motivación y estado de ánimo dependen de la autoestima o se ligan a ella, con el uso exagerado de redes sociales dejaría de ser controlada por la misma persona y pasaría a ser brindada y estimulada por una plataforma virtual, si estos aspectos pueden ser internos o externos, se evidencia que nos volvemos criaturas a gusto e interés de los demás, más que una creación bella de la naturaleza humana.
Si cambiaron la forma de percibir nuestra realidad, cambiaríamos quizás la connotación del autoconocimiento, la autovaloración, la aceptación disminuye, la necesidad de ser valorado por alguien más.
La felicidad es algo que se crea pensamiento a pensamiento, si se tiene la capacidad para cambiar el pensamiento se tiene la capacidad de cambiar nuestra vida.
