Un Trío: Smartphone, tú y yo
Tú, el Smartphone y yo
Hace algún tiempo, estaba en consulta, y mi paciente me dijo:
Tuve una discusión con mi novio..
-Cuéntame le dije, (pensé a la antigüita), porque segundos después saco su teléfono y me empezó a leer toda la discusión con lujo de detalle, haciendo especial énfasis en explicarme los Emojis que venían acompañando la conversación. Me hablaba con entonación y emoción hasta me hacía ver en qué momento la conversación se tornaba más importante y ¡hasta cuando había gritos en ella..!
¡Me sorprendí!, fue como si no hubiera oportunidad de equivocarse, ahí estaban escritas las pruebas de las palabras dichas, no había espacio para interpretación subjetiva. No había manera de mentir porque todo estaba guardado en el historial de WhatsApp.
Pensé en ese momento que había escuchado decir, que los Millennial ya no se relacionan, que prefieren tener un teléfono que compartir una conversación con alguien, recordé todas esas imágenes en internet en donde hacemos burla a los jóvenes por no prestar atención a su entorno y estar metidos en los aparatos, pero después de escuchar a mi paciente y de platicar con algunos de mis alumnos de preparatoria entendí que en realidad el teléfono es un medio para la vinculación, un medio muy diferente al pasado.
Es verdad que un teléfono no puede sustituir el calor de una conversación, pero eso no quiere decir que las personas que crecieron con la tecnología no sean capaces de crear vínculos profundos, me parece que el teléfono representa un medio para poder expresarse de manera segura, en esa sesión pensé en una clase de objeto transicional en donde las personas pueden medir las reacciones emocionales de los demás sin temor a equivocarse.
¿Será que las personas pueden hablar con mayor libertad y sin inhibiciones a través de un teléfono así como en una sesión analítica los analizandos hablan libremente en el diván porque no se sienten observados?
¡Sí le mando un mensaje y no me contesta quiere decir que no le intereso!, ¡Me gusta puedo ver su perfil en Facebook para ver si tenemos cosas en común!
Es como si ahí se grabaran las palabras para poder regresar a ellas cuando sea necesario recapitular una historia. Entonces el teléfono se vuelve una herramienta indispensable para las relaciones sociales y sentimentales, es una extensión de mi pensamiento y mi historia, ahí se guardan los momentos más importantes de mi vida Y no están en peligro de ser olvidadas, no están a merced de la memoria ni de las interpretaciones, puedes defenderte de chismes y de malas interpretaciones, puedes recurrir a las fotos o a las conversaciones de aquellas personas que son importantes en tu vida.
¿El teléfono se convierte entonces en un mediador social, en ese primer contacto con la realidad?