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U say goodbye, I say hello! "Psicólogo style"

Cambiando un hola en el lugar del adiós


“La felicidad es aquello que se construye día a día”, ó mejor dicho, la frase correcta sería: “La felicidad es algo que se construye pensamiento a pensamiento”.


Somos tan complejos, somos seres tan difíciles, somos un mecanismo lleno de engranes de emociones, sentimientos, esperanzas, creencias, prejuicios, inclinaciones, pensamientos, rutinas, colores, sabores, razones, seres que día a día, debemos lidiar, con situaciones, acontecimientos, y realidades en diferentes contextos.


La percepción y sensación que cada ser humano capta del mundo, de manera consciente e inconsciente, va encaminando o dirigiendo nuestra salud física y mental. Una composición química biológica hace que el ser humano logre asignar una emoción, un sentimiento o un valor a una acción ejecutada, es darle algo intangible a lo tangible, he ahí como esa capacidad que tenemos las personas para formar ideas y representaciones de la realidad en nuestra mente y que tienen relación entre todas las ideas, lo que conocemos como pensamiento, nos puede provocar satisfacción o malestar, y es que la desarmonía de un día comienza a tempranas horas, despertando con prisas atrasadas, con poco tiempo disponible, con miles y miles de problemas por resolver, por direcciones sin dirección alguna, por frustraciones y estrés que cada vez más se vuelven un compañero más de mis días, e incluso ya forma parte de mi inventario cerebral, los pensamientos negativos son tan tóxicos y tan desgastantes que me cansan, que me debilitan, que me atrofian, tener que trabajar o vivir o existir con dificultades que me obstaculizan, la dicha de llenar de felicidad mi vida, hacen que mi potencial humano reduzca y que mi energía psíquica y física se descargue y eso no es una manera favorable de vivir.


Buscamos excusas, buscamos culpables, somos los errores de alguien más, y ellos son nuestros errores, porque sencillamente, nos cuesta trabajo aceptar que ni los peores enemigos son tan dañinos como nosotros mismos, que con nuestros pensamientos creamos bloqueos, barreras, limites, para transmitir, recibir o simplemente dejar fluir todo lo que la vida es, en esencia misma.


La mayor parte del tiempo se consume al asignarse en auto conversaciones como “seguro ya están hablando mal de mí”, “¿estará pensando en mí?”, “si no me habla ya no me quiere”, “es que le caigo mal, por eso hará lo posible para destruirme”, “No puedo”, “No tengo la capacidad para poder salir a delante”, “Soy tonto”, “Ni para eso sirvo”, “Hoy me ira mal”, “Ya se me hizo tarde”, “Soy el siguiente en despedirse”.

El 95 % de las cosas negativas que pensamos no suceden, 87 veces me corrieron de la universidad, en mi cabeza y el 100% de ellas nunca sucedió, 45 veces termine con mi pareja en mi cabeza y el 100% de ellas nunca sucedió, solamente en mi cabeza y solamente ahí donde puedo formular ideas, cuya connotación asignada es negativa.


Y a pesar que con el paso del tiempo, la sociedad comienza a creer más efectos que producen los pensamientos, continuamos con rutinas, con hábitos, con prejuicios, en una secuencia armada con actos e ideas, se transmiten ondas, y energía eléctrica que viaja a través del sistema nervioso a nuestro cerebro, lo que percibimos, lo que hacemos y la connotación que le damos llega a las neuronas, la comunicación entre ellas hacen que se interfiera positiva y negativamente en los eventos de nuestra vida, según la connotación recibida y la manera de reaccionar ante tales eventos es la consecuencia de los pensamientos, los malestares físicos, dolencias y cansancios son producto de una negativa continua, la energía psíquica la energía mental se desgasta y se altera, aunque no todo en la vida pueda ser felicidad, podemos encaminarla para que en su mayoría los eventos sean secuelas o propicien la misma, la tristeza, el sufrimiento y el dolor es algo que puede llegar y que puede manejar nuestra vida si no comenzamos a creer que tenemos la capacidad de cambiar el rumbo de la misma, si no existiera la tristeza, no habría felicidad, si no existiera el dolor, no habría placer o satisfacción, los altibajos, aquellos que podemos y tenemos la facultad de cambiar son los determinantes de nuestro sentir, cambiemos el chip de nuestros días, digamos adiós a los sufrimientos, al dolor adquirido y creado, a las falsas expectativas, a las decisiones tomadas por terceros, digamos hola, a la creencia personal, a la autovaloración y a la autodeterminación de mis ideales, a los pensamientos que atraen el éxito en nuestras vidas, cambiemos lo que podamos cambiar, disfrutemos lo que hacemos con bienestar personal, en pareja y en sociedad, cambiemos esos no por un sí, por un sí puedo, por un si lo lograre, por un si tengo la capacidad para lograrlo, por si me quiero, por un si me respeto, inyectemos motivación a nuestros días, cambiemos la mentalidad de los días grises, y hagamos nuevas facetas de nosotros mismos, carguemos nuestra pila de energía psíquica saludable, con comentarios positivos, con risas, con alegrías, con pensamientos e ideas razonables y placenteras de nuestro quehacer, digamos adiós a los prejuicios y malos hábitos, decidamos decir hola a convertirnos en seres felices, cambiemos la manera de percibir de nuestros días, nuestro mundo.


No tires más tu energía, tu tiempo, tu vida en situaciones que nunca sucederán, no crees falsas expectativas y realidades inciertas, cree en tu capacidad y tu fortaleza de vivir, se consciente, busca el lado lindo, el lado rico, el lado feliz de las casas, somos energía e ideas en acción…


Si tienes la capacidad de cambiar tu pensamiento, tendrás la capacidad de cambiar tu vida.

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