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Averigua si tienes Miedo, Angustia o Ansiedad

Miedo, angustia o ansiedad.

En la teoría psicológica, el miedo, la ansiedad y la angustia son conceptos diferentes. Pero su relación es cercana y entenderlos nos hace más fácil identificar cuando los sentimos.


El miedo

Ésta es una emoción intensa que experimentamos ante la presencia de una amenaza real e inmediata, su función es activar una serie de reacciones básicas que harán que la persona pueda reaccionar ya sea alejándose o defendiéndose. En nosotros los humanos, la imaginación juega un papel muy importante, por lo tanto, el miedo puede surgir con sólo pensar en un posible peligro activando mecanismos defensivos con la sola evocación. Algunas teorías indican que ahí está la raíz de la ansiedad, la cual es considerada en algunos casos como un tipo de miedo enfocado hacia el futuro.


La ansiedad

Ésta alberga una serie de sentimientos mixtos, caracterizados por una gran incomodidad. La ansiedad puede ser causada por diversas situaciones que predisponen a cada persona reacciones autónomas del pensamiento los cuales nos hacen pensar en diferentes escenarios y resultados limitados por nuestras experiencias, nos ponen en stress y en estado de alerta. Estos pensamientos, en algunas ocasiones, se vuelven recurrentes y la preocupación de que las cosas no salgan de la mejor manera desencadenan la ansiedad. Algunos eventos que desencadenan episodios de ansiedad pueden ser estados de agotamiento físico, la pérdida de un ser querido, trabajo en exceso, un divorcio, etc., en general, exposición a situaciones de estrés.


Si estos estados se repiten por un largo tiempo podríamos perder confianza y fuerza en nuestras convicciones lo cual puede repercutir en algún trastorno de ansiedad que podría volverse crónico debido a que, en general, los acontecimientos que los desencadenan tienden a persistir y a combinarse con otros.


Tener un poco de ansiedad de vez en cuando, es perfectamente normal. Sin embargo, cuando se convierte en una situación crónica, puede afectar muchos aspectos de la vida cotidiana.


El estructurar las ideas que generan ansiedad al cuestionarlas a partir de diferentes percepciones u opiniones, nos ayudará a tomar una decisión segura y nos ayudará a evitar la ansiedad.



La angustia

Está más ligada a sensaciones corporales sobrecogedoras, normalmente presión en el pecho o el estómago que se acompaña de un temor inminente.


Las personas que sufren angustia se enfocan en el presente y se les dificulta realizar más de una tarea a la vez. La ansiedad, por otro lado, es percibida como algún malestar psicológico que también posee síntomas físicos (somatización) como dificultad para respirar, palpitaciones, visión borrosa, tensión muscular y molestias estomacales, etc.


La diferencia entre angustia y ansiedad es muy sutil y por ello ambos conceptos son constantemente utilizados como sinónimos. La ansiedad es una señal de alerta (como lo es el miedo); advierte del peligro inminente y permite a una persona tomar medidas contra la amenaza. En otras palabras, la diferencia básica está en que la angustia, por un lado, nos paraliza, mientras que la idea de la ansiedad es impulsarnos a la acción (respuesta de huir o luchar).


Una persona puede sufrir tanto angustia como ansiedad a la vez pues, como mencionaba al principio, ambos sentimientos están íntimamente asociados con un gran miedo a lo desconocido, al futuro, a lo que va a pasar; de esta forma es mejor hablar en terapia y comunicar esos pensamientos que nos estresan. Las sesiones terapéuticas nos ayudan a construir nuevos caminos al analizar nuestros propios pensamientos.


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