Mamá cabeza de familia
Matriarcado
Dentro de la historia, particularmente la historia latinoamericana, hay una forma de organización familiar denominada matriarcado que se constituyó, por mucho tiempo, como la hegemónica en la cultura humana conocida.
¿Qué es el matriarcado?
El matriarcado estaba formado por la madre y los hijos; ésta es sin duda su principal cualidad. Otras características de la familia matriarcal eran las siguientes:
La influencia femenina era muy grande en la sociedad, ya que la mujer desempeñaba el rol principal en lo económico, ejercía el poder y regía la estructura social. Esto quiere decir que ejercía el poder político, religioso y económico.
Este tipo de familia u organización familiar se desarrolló en la prehistoria y en ciertas regiones del planeta, aún en los inicios de los tiempos históricos, había sociedades matriarcales pacíficas o denominadas "virginales" en las cuales lo femenino era lo que primaba en las relaciones sociales. Las mujeres ejercían el poder sobre los descendientes matrilineales que se reunían en tribus independientes.
En el matriarcado las mujeres mandaban, organizaban el trabajo y disponían el cumplimiento de la ley. Su saber era respetado por todos y admiradas por la valentía que mostraban a la hora de tomar decisiones. Con ellas, los hombres se sentían seguros y protegidos.
En la actualidad, en la sociedad en que vivimos, es evidente la preponderancia de lo masculino sobre lo femenino. Sin embargo, persisten todavía algunas comunidades matriarcales. Una de ellas es la de los mosuos, que conforman una comunidad que vive en Loshui, en el sudoeste de China, cerca del Tíbet. Allí, las mujeres están claramente al mando en una realidad sin la supremacía ni la opresión del hombre. La figura principal es la matriarca y con ella viven sus hijos, su madre y sus hermanos, tanto varones como mujeres. No existe el marido y los hombres que no tienen un vínculo de sangre directo con la matriarca pertenecen a otra casa y duermen bajo otro techo. Esto implica la total ausencia de padres y abuelos paternos, a quienes no se les conoce o se los considera de otra familia. Los únicos hombres que habitan la propiedad de la matriarca son sus hermanos (los tíos) y sus hijos. En consecuencia, cuando se habla de la abuela, hay sólo una: la materna. Cuando una mujer queda embarazada, no tiene importancia quién es el verdadero padre, jamás pretende un marido y sólo es posible ser huérfano de madre.
En la actualidad ya no es tan clara esa neta división entre el hombre proveedor y la mujer/esposa/madre y ama de casa, ya que muchas mujeres trabajan fuera del hogar, aportan a la economía familiar y muchas veces son las jefas de hogares monoparentales. Además, el matrimonio heterosexual y monogámico está cediendo terreno y la procreación y cuidado de hijos e hijas ya no ocurren siempre bajo el mismo techo.