S.O.S. ¡ESTOY EMBARAZADA Y ME URGE SABER SU SEXO!
S.O.S. ¡ESTOY EMBARAZADA Y ME URGE SABER SU SEXO!
DRA. MARTHA G. CISNEROS
¿Te pasó? O ¿sabes de alguien que haya estado, o esté con la ferviente necesidad de saber el sexo de lo que se está esperando?. Seguro que sí; que por lo menos en algún momento de tu vida te has percatado de esta necesidad casi vital de saber si es niño o si es niña. Esta impaciencia por saber el sexo o simplemente el hacerse ilusiones con respecto al género de su o sus hijos, se convierte en tema, sumamente complicado y alejado de la realidad y hasta de la conciencia.
Muchos y muchas mencionan que es necesario saber el sexo, para entonces saber el color de la ropa que deben comprar, y empezar a juntar los juguetes que son aptos para niños y niñas; para otros u otras, es importante saberlo para empezar a otorgarle herencias en cuanto a estudios, profesiones, formas de ser y de actuar, ideas, tradiciones y obviamente; el poder continuar fortaleciendo los roles de género dependiendo su sexo.
Se empieza a organizar el baby showery es un rollo si no se sabe que va a ser. También se necesita saber el nombre del o la bebé, para poder pedir el pastel para la fiesta, y poder ordenar como se necesita hacer para quedar bien con todos los y las invitados/as.
¡Ojalá y se parezca a su papá en lo trabajador!, ¡ojalá y sea tan buena y tierna como su mamá!; pero si el sexo es diferente entonces en lugar de alabanzas son quejas, miedos y hasta sentimientos de culpa, remordimiento o frustración porque si es niña ya no se alabará que sea trabajadora como su papá y si es niño; entonces no puede ser bueno y tierno como su mamá. Y si lo son, entonces serán llamados de formas grotescas y excluyentes, porque no son lo esperado por una sociedad que desde antes de nacer, ya los había ubicado en un cierto nivel o forma de acción.
¿Qué pasaría si en lugar de esperar niños o niñas, nos diéramos la oportunidad de decirnos que esperamos personas con posibilidades de auto creación?. Si en lugar de buscar el azul o el rosa; comenzamos a preguntarnos qué tipo de vida le voy a inculcar, incluyendo los valores como el respeto, hacia uno mismo y hacia los demás. Si, ¿le voy a permitir que viva con libertad su proceso de crecimiento en esta vida?. Si, ¿lo voy a dejar que haga lo que quiera y ya no me necesite?
¿Qué pasaría si nos permitimos ver a ese ser dentro del vientre de alguien más; no como a un niño o a una niña; sino como a una persona con posibilidades de crecimiento personal, sin el peso moral del tener que ser niños y actuar como los hombres lo hacen; o porque es una forma de aparentemente ganar fuerzas y no quedándote de él.?. lo importante es no generar más la posibilidad de que el nuevo ser sea o no como uno.
Te invito a que en lugar de ver niños o niñas, se vean personitas con necesidades, carencias y con posibilidades de autocreación y de libertad por ser la persona que será y no como se espera que sea. El sentirse feliz de saber que existe una personita en el vientre de su mamá, y en el corazón de su papá, debería ser la nueva forma de mirar sin expectativas de género al Ser que se está formando y que cuando nazca, ya llevará consigo muchas creencias de género que se han llevado generaciones tras generaciones. Te invito a que la urgencia, consista en hacerse co-responsable desde las posibilidades que se abren, porque no están restringidos al género y a su identidad.
