¿Qué significa ser niño en una sociedad perversa?
¿Qué significa ser niño en una sociedad perversa?
La palabra perversión es uno de esos términos que hace referencia a un término clínico o psicológico pero que al mismo tiempo se utiliza de manera a veces indiscriminada, errónea o generalizada para nombrar comportamientos o actitudes no necesariamente patológicas.
Tal es el caso de la palabra perversión. Esta palabra a veces se utiliza como sinónimo de cruel, de maloo de inadecuado. Aunque ciertamente pueden hacerse alusiones a estos términos, el psicoanálisis comprende a la perversión desde una acepción más profunda y compleja.
Freud consideraba que la perversión era una manera de estructuración psíquica que se caracteriza, entre otros aspectos, por una imposibilidad para vincularse con los demás de manera óptima, son personas capaces de experimentar goce sin culpa ni vergüenza y es justamente en este sentido que se desarrolla la reflexión de esta entrega.
Vivimos una época convulsa, de muchos contrastes y de muchos movimientos. Todo se encuentra removido y cuestionado: lo social, lo ideológico, lo moral y lo ético. Lo que está bien y está mal hoy es muy relativo y pasamos (dependiendo de la parte del mundo en la que vivamos o el momento exacto dado que todo cambia tan rápidamente) de ser aplastantemente deterministas a ser muy permisivos.
Como lo hemos analizado en textos anteriores de este mismo espacio, la crianza de los niños es uno de esos procesos de los que se habla mucho y un tema con el que se consulta mucho a los expertos. Los padres y madres están muy preocupados por dar a sus hijos la mejor educación, estimulación y elementos. Sin embargo, no somos realmente conscientes de que el ejemplo y el contexto que ofrecemos a la niñez es lo que realmente importa e impacta a un mayor grado.
Existen numerosos casos documentados de niños denominados sociópatas. Ejemplos como el de Amarjeet Sada en la India quien a los 8 años asesinó a 2 pequeños, familiares suyos. O el caso de Jordan Brown quien “víctima de los celos” asesinó a la pareja de su padre.
En el caso de México no podemos dejar de ver a los principales herederos de la llamada cultura del narco. En nuestra provincia y cada vez más cerca de nuestra ciudad la violencia se ha normalizado como una estrategia de afrontamiento a la pobreza y a la falta de identidad de una sociedad cada vez más carenciada de estructura familiar, escolar y comunitaria. Los niños y niñas aprenden de manera cada vez más temprana y preocupante que es posible matar, robar y mentir sin que se tengan consecuencias negativas al hacerlo.
Es por esta razón que hago un llamado a la atención de todos los que somos adultos responsables encargados de los niños y las niñas. Las generaciones que nacerán y crecerán en esta época tan falta de límites y tan desorganizada, inevitablemente desarrollarán síntomas, síndromes y trastornos relacionados con la falta de empatía, la incapacidad para acercarse a los demás, la intolerancia y el abuso.
Estamos a tiempo, emprendamos acciones concretas.