Homosexualidad “modelo” vs. Homosexualidad “perversa”
Homosexualidad “modelo” vs. Homosexualidad “perversa”
Pensamientos binarios tales como normal-anormal, bueno-malo, heterosexual-homosexual; etc., dan lugar a posiciones morales y éticas que impactan en el desarrollo de la personalidad y en el despliegue social de las personas.
Actualmente aún persiste un mensaje dañino: las personas homosexuales, son “malas”, son indeseables y hay que transformarlos. Y si no se las puede convertir a la norma –la heterosexualidad- deben adaptarse a maneras correctas de ser; donde todo lo que queda por fuera seria “anormal” y perverso.
Pensar a la homosexualidad como una perversión, es negligente e infundado. Como cualquier persona, los sujetos LGBT son tranquilamente capaces de construir y mantener vínculos emocionales-tiernos, establecer lazos de solidaridad y empatía con otro.
Sin embargo, estereotipos sociales relacionados con lo femenino y lo masculino, dan lugar a prácticas y pensamientos que ubican a la homosexualidad en un lugar marginal y oscuro. Mareas perversas contra la comunidad LGBT demarcarán las posibles interpretaciones y acciones de la sociedad, incluidas siempre lastimosamente, la discriminación y la violencia.
Construimos perseverantemente etiquetas para nombrarnos, calificar al otro y su comportamiento, “perverso” sería una de ellas. La homosexualidad según lógicas sociales, se volvería perversa si no se sigue un estándar aceptado. Por ejemplo, un hombre “gay modelo” tendría que ser culto, educado, masculino, blanco, rico, etc., y cualquier diferencia a estas formas de ser, será considerado anormal y perverso.
A partir de interminables luchas y conquistas en el terreno de los derechos humanos el mundo ha empezado a cambiar, dejando de lado señalamientos de peligrosidad y enfermedad con respecto a la comunidad LGBT. Lamentablemente, sobrevive una terquedad maliciosa, que muchas veces coartan la posibilidad del libre despliegue de la personalidad y de nuestras relaciones.
La sociedad actual está caracterizada por el cambio constante, seamos parte de ese cambio y seremos protagonistas de una nueva escena, aceptarnos y celebrarnos en las diferencias, ya que somos esó, distintos y únicos.