No todo lo perverso es SEXUAL
No todo lo perverso es sexual
En psicoanálisis, se denomina como perverso a la realidad que ha sido distorsionada por el efecto de la negación y termina siendo transformada. El sujeto inventa su propia realidad, por supuesto más tolerable. La falta de una sólida personalidad en el momento lo orilla a no tener más opción que copiar la identidad de otros cambiándola a cada momento como un actor en diferentes obras. Trata de sortear las dificultades a través del uso de máscaras que no son más que identidades copiadas de otras personas. Son los golpes que se da inevitablemente en la realidad como obstáculo para sus instintos donde radica su sufrimiento y donde se manifiesta su trastorno cuando sus mecanismos no le ayudan a mantener el delicado equilibrio de su estructura. Sorprendentemente, la estructura perversa se ubica en el mismo nivel de fijación que la estructura psicótica (imaginativa o fantasiosa), con una elemental diferencia: el perverso no transforma la realidad, sino que la sustituye.
Con respecto a la estructura perversa y al concepto de perversión en el psicoanálisis, hay que aclarar qué es lo uno y qué es lo otro. Es decir que, en el discurso psicoanalítico, la palabra «perversión» tiene dos acepciones: una de ellas hace referencia a la estructura clínica o psíquica de un sujeto y la otra a la sexualidad humana, la cual tiene, a su vez, un carácter perverso; toda la sexualidad humana, esa que denominamos “normal”, también contiene toda una serie de comportamientos de carácter perverso; se denominan en el argot psicoanalítico «rasgos perversos» o «rasgos de perversión». Con Freud la perversión como concepto alude a la alteración del supuesto objeto normal de la sexualidad -el sexo opuesto-, y la alteración de la supuesta meta normal de la sexualidad -el coito-.
Es muy distinto, pues, que un sujeto sea un verdadero perverso, a que un sujeto neurótico tenga en su sexualidad un rasgo de perversión.
Las personas con rasgos perversos suelen relacionarse en todos los ámbitos con el mismo rol inconscientemente y buscan a personas que encajen con él. Por ejemplo, si una persona tiene la tendencia a ser “salvador” se irá encontrando con personas que necesiten de su ayuda y que cubran su necesidad ya sean víctimas o perseguidores. Si una persona se presenta como “víctima”, se irá encontrando con “perseguidores” y con “salvadores” y si una persona se presenta como “perseguidor” se irá encontrando con víctimas.
Ya que la conceptualización de lo que desea con lo que puede tener esta distorsionada en su mente teniendo como resultado lo que sólo conoce y no más.