Frida la mejor amiga de Pablo
Frida la mejor amiga de Pablo
Frida es la recién mejor amiga de Pablo, todos los días por la mañana le despierta con un mensaje de buenos días, le avisa cuando ella ha llegado a la oficina, como trabajan cerca, de ser posible todos los días toman el lunch juntos, momento en el que Pablo de manera juguetona le pregunta que si ya tomó sus pastillas, que él no quiere visitarle en el hospital, pues ahí, no le dejarían fumar.
Pablo fuma cigarrillo desde que tenía 14 años y marihuana desde los 17, cuando está con Frida trata de no hacerlo pues a ella no le gusta que él fume, lo regaña, ella dice que por su bien. Situación que a Pablo le agrada pues se siente atendido y cuidado.
Pareciera que Pablo aprendió a fumar porque en casa se hacía de manera regular, sin embargo, sus padres no tenían adicción a algún tipo de droga, su único mal era gritarse todo el tiempo, para Pablo era muy incómodo estar en casa, por eso en cuanto podía se escapaba con sus amigos, con ellos él se sentía libre, pues juntos exploraban y hacían cosas de grandes.
A lo largo de su vida, Pablo ha tenido muchas amigas, la mayoría de ellas lo que se conoce como “amigas con derechos”, sus relaciones inician con gran entusiasmo e intensidad y poco a poco se van desgastando, pues le reclaman que él solo piensa en si mismo y no, en un compromiso real con ellas.
Él no visita tanto a su familia, pues no hay mucha comunicación ni expresión de afecto, siempre que les visita terminan diciéndole que él no les quiere, que se salió de su casa por no ayudar a sus padres.
Jueves por la mañana y Frida no ha enviado mensaje a Pablo, pareciera que se quedó dormida, llega la hora del lunch y él le llama, ella no responde, a la salida va a su departamento y la casera le dice que Frida está en el hospital, que se puso muy mal en la madrugada, al parecer tomó demasiadas pastillas.
La codependencia es el malestar silencioso que navega sin nombre ni ruta definida, solo se imposta en el acto impulsivo y compulsivo, con tintes de seudo-poder, de “poder calmar”, “poder ganar”, “poder vivir”. Los espacios en los que regularmente se coloca los híper satura, obtura la expresión de las emociones, usa disfraz de sarcasmo, gritos, soledad, incomprensión y culpa.