¿Cómo educar a un niño para que se convierta en un hombre violento?
¿Cómo educar a un niño para que se convierta en un hombre violento?
Como terapeuta y como humana es necesario reconocer cuales son nuestros vicios, nuestros huecos, los puntos ciegos que podemos presentar a lo largo de nuestra vida por diferentes razones y circunstancias. Es en este sentido que reconozco que ha habido momentos de mi vida en los que se me ha facilitado más el ser empática con el género masculino y es que ¿Qué haríamos sin los hombres?
Estoy muy convencida de que en esta época como en ninguna otra es muy difícil hablar de temas de género. Las razones son múltiples.
Si bien existe un gran acervo de información acerca de la perspectiva de género, pareciera que esto lejos de acercarnos a la igualdad, pudiera rigidizar las posturas de algunas personas y lograr que lo que se ha pensado como igualdad, se perciba como determinismo y como imposición. Termina siendo una lucha de géneros cuando lo que se buscaba de inicio era todo lo contrario.
Sin haberlo planeado la presente entrega es la correspondencia del artículo de Septiembre en la que escribíamos acerca de niñas y mujeres codependientes: las compañeras por excelencia de los niños y hombres violentos.
Esta sección trata de infancia. Es muy fácil escribirla porque de infancia se trata todo, y es por esta razón que mencionaremos las principales características de la educación de los niños que cuando se vuelven hombres pueden ser violentos con sus parejas, su entorno y por supuesto con ellos mismos, al sabotearse.
Para ustedes, 3 factores fundamentales en la educación de los niños que serán hombres violentos:
Madres fálicas:
Esto significa en términos más simples, que las mamás de estos pequeños (en un afán amoroso y pensando que es lo mejor para ellos), les resuelven todo. No les permiten esforzarse ni ganarse las cosas. Son madres sobreprotectoras y que ejercen su control por medio de ese amor a veces sin medida.
Padres ausentes:
Aún cuando los padres vivan físicamente cerca de estos niños, sus familias se caracterizan por el hecho de que el padre (quien representa, según la teoría freudiana a la ley y al orden) no participa mucho de la formación de los pequeños, se les permite o se les obliga a que tomen decisiones y ejerzan roles que no les corresponden y para los que no están preparados.
Ausencia de límites:
El establecimiento de límites claros y consistentes es una de las tareas primordiales de la pareja de padres en un sistema familiar.
Cuando a los niños (o niñas) se les deja hacer lo que quieran, se les violenta también en el sentido de que no se promueve que desarrollen un sistema propio de auto regulación, no aprenden a seguir reglas y normas sociales y esto les implica muchas dificultades en su vida adulta, pues crecen pensando e interiorizando que sus deseos e impulsos están por encima de las de los demás.