¡Nuevas masculinidades!
- Psic. Mariana Rodriguez
- 1 nov 2018
- 2 Min. de lectura
¡Nuevas masculinidades!

La inserción de la mujer en la vida laboral trajo varios cambios importantes que hoy no terminan por amoldarse. Este pequeño artículo no tiene como fin ahondar en las causas que originaron este cambio aunque no está de más comentar que factores económicos y del movimiento feminista jugaron papeles determinantes.
Quisiera hacer una breve acotación sobre la diferencia entre sexo y sexualidad. ¿Alguno de ustedes la conoce? Sexo se refiere a la parte física / anatómica que nos diferencia a hombres y mujeres mientas que la sexualidad habla sobre un rol, es decir, funciones y comportamientos asociados a ser hombre o mujer.
Hoy gracias a esos cambios, ser mujer no es sinónimo de ser madre así como ser hombre no necesariamente es sinónimo de proveedor, por mencionar algunos ejemplos; los roles pueden invertirse, complementarse o desecharse según las necesidades de cada individuo y de cada pareja.
Los adolescentes hoy en día enfrentan una nueva paradoja: por un lado mayor libertad en elegir su rol, su profesión, su orientación sexual, modalidad de pareja, esquema de trabajo, etc. pero como toda libertad conlleva mayores responsabilidades. ¿Qué quiero decir con esto?
Los padres de hijos adolescentes sin duda enfrentan nuevos y mayores retos que los confrontan con sus prejuicios, tabúes, estereotipos que en el caso de no ser conscientes muy probablemente orillarán a sus hijos a repetirlos o incluso a desafiarlos. Sin duda no podemos “tapar el sol con un dedo” y pretender que los esquemas que nos regían a nosotros como hijos sean los mismos que regirán a los nuestros sencillamente no es viable, porque el contexto es otro.
¿Qué nos toca hacer a nosotros como papás? Primero estar informado, tratando en la medida de lo posible, de no juzgar para así poder nosotros comunicar a nuestros hijos la inmensa red de posibilidades que les ofrece el mundo de hoy, teniendo claro que cada una de ellas conlleva consecuencias que deben de ser contempladas antes de tomar una decisión.
Pondré un ejemplo para finalizar: ¿qué sucedería si mi hijo decide quedarse en casa mientras que su pareja sea quién sale a trabajar? Si la virilidad descansa en pilares inamovibles es probable que generemos seres humanos descontentos, confundidos y frustrados. Cada uno elige vivir su femineidad y masculinidad desde distintos lugares, las más de las veces empatarán con los vistos en casa pero no necesariamente será siempre así. Solo recuerden que la adolescencia es el momento donde se consolida la identidad y dentro de ella, nuestro rol como mujeres u hombres.
