¿A qué le enseñamos a los niños? ¿Felicidad o Bienestar?
¿A qué le enseñamos a los niños?
¿A ser felices o a tener bienestar?
Dentro del campo de la psicología ha sido siempre un tema muy importante el de las emociones.
Gran parte de las problemáticas de los pacientes consisten en que presentan dificultades para la identificación, verbalización y manejo de las emociones. Es por esta razón que los procesos terápeuticos se centran gran parte de las veces en compartir a los pacientes cuales son las emociones básicas: alegría, enojo, tristeza y miedo.
Cada que en el consultorio me toca compartir estos temas con los pacientes y se toca el tema de la felicidad. ¿Es la felicidad una emoción, un sentimiento?
Mi respuesta a esta pregunta es que la felicidad es un concepto, una construcción del imaginario social. Esto quiere decir que su definición puede variar de acuerdo al contexto social, cultural y momento histórico, que puede ser significada de distintas maneras por hombres y mujeres y que su definición pueda estar determinada por un conjunto de pensamientos, creencias y sensaciones que configuran una experiencia de esta felicidad. Algunas personas lo pueden percibir o vivenciar como una colección de instantes y otras como un estado de bienestar . Y es justamente a este concepto que queremos refererirnos con mayor énfasis en esta ocasión.
Cuando yo era niña mi padre frente a una educación sumamente estricta por parte de mi madre, me decía siempre una frase que guardé para siempre en mí y que me resulta siempre interesante e importante: “ Tú mayor obligación es ser feliz”.
Obligación y felicidad son palabras que juntas dentro de una oración podrían resultarme incluso contradictorias, disonantes. Para las obligaciones una persona tiene que trabajar y esforzarse y eso no tiene nada que ver con el placer intenso, profundo (y efímero) que me produce una copa de vino tinto, un beso profundo o el abrazo de una de mis amigas.
Hoy por hoy estoy convencida de que eso a lo que mi padre se refería no era a la felicidad, era al bienestar, lo cual si es una obligación o dicho de otra manera una responsabilidad por la que nos toca trabajar día von día y que requiere de llevar a cabo pequeñas acciones diarias para lograr calma, estabilidad y dosis de alegría que otorgan una vida en bienestar.
Es Enero y creo que hablar de esto es sumamente necesario. Considero fundamental que a niños, niñas y adolescentes les enseñemos que cosas como tener buenas relaciones con los demás, cuidar de sí mismos y tener hábitos consistentes, generarán en ellos mucho más satisfacción que aquellas cosas que sólo nos proporcionan placer inmediato.
Para papá.