Buscar o crear la felicidad
Buscar o crear la felicidad
Ser feliz significa encontrarse en un estado mental de bienestar compuesto de emociones positivas, desde alegría hasta placer. El concepto de la felicidad es difuso y su significado puede variar para distintas personas y culturas. Términos relacionados son bienestar, calidad de vida, satisfacción y plenitud.
Según la definición de felicidad sintética, un concepto desarrollado por el profesor de Psicología de la Universidad de Harvard, Dan Gilbert, todos tenemos la capacidad de sintetizar la felicidad, pero no siempre es fácil porque solemos pensar que la felicidad es "algo que se encuentra".
Es así como el catedrático plantea que hay dos tipos de felicidad: la natural y la sintética.
La felicidad natural, es la que experimentamos cuando conseguimos lo que queremos y la sintética es la que fabricamos cuando "no tenemos lo que deseábamos".
Según el investigador, el adjetivo "sintético” genera suspicacia en muchos de nosotros porque "pensamos que la felicidad sintética no es de la misma calidad que la que podríamos llamar felicidad natural”. En nuestra sociedad tenemos la fuerte creencia de que la felicidad sintética es inferior. ¿Por qué creemos eso? Bueno, es muy simple. ¿Qué tipo de maquinaria económica seguiría girando si creyésemos que no tener lo que queremos nos hará igualmente felices que tenerlo?"
Para demostrar ese punto, el investigador apela a un paradigma de más de 60 años que se conoce como el paradigma de la libre elección.
Tras hacer experimentos con participantes de diferentes perfiles y distintos contextos, el profesor concluye que la libertad entendida como la habilidad de tomar decisiones y cambiar de opinión es amiga de la felicidad natural, pero se convierte en la enemiga de la felicidad sintética que, gracias a que el cerebro cuenta con él, podemos cambiar la forma en que percibimos lo que nos sucede y convencernos de que lo que perdimos (un empleo, un premio, una novia) o lo que sea que no conseguimos no nos iba a hacer tanto bien como creíamos.
Mucho de lo que necesitamos para disfrutar de las situaciones cotidianas y nombrarle felicidad depende de nuestra propia percepción, del modo de tomar y obtener cambios en nuestra propia vida ya que en la capacidad analítica que desarrollemos entendemos que las cosas, aunque no estemos de acuerdo, tienen su lado conveniente y hasta caprichoso, pero hermoso.