Redes y sexo
Redes y sexo
Los avances tecnológicos en los últimos años han cambiado nuestro mundo de manera vertiginosa, entre los más importantes destacan sobre todo en campos tales como la informática y los medios de comunicación; pero sin duda, el fenómeno que más ha incidido este cambio acelerado representa en la manera en la cual se relacionan las personas, estamos hablando de las redes sociales.
Las redes sociales de un momento a otro han pasado a formar parte de nuestro mundo de manera rápida y con ello la estructura social se ha transformado de manera radical; las comunidades virtuales y la manera en la cual se comunica la sociedad en general ha cambiado por completo.
La mayoria de los adolescentes hoy en día están totalmente expuestos en las redes sociales y se someten al juicio constante del “Me gusta” o “No me gusta”. En esta edad complicada, en la que los jóvenes viven en crisis constante, están pendientes de la aceptación y el rechazo de modo que desarrollan angustia, desórdenes alimentarios, depresión.
Por ejemplo, las mujeres son vulnerables a extorsiones en las redes (“Mándame tu foto desnuda”; “Si no me mandas una foto desnuda, subo una de otra y digo que eres tú”) y violencias (“¿Te gusta? Puede estar en tu boca”, con foto del pene de un compañero de clase) que en muchos casos han terminado de manera trágica. Esta violencia juvenil, afecta la autoestima, la identidad, la salud de las jóvenes. Dejando observar por qué las adolescentes viven una vida virtual absorbente y llena de peligros reales.
Mucha gente navega por la red para conocer personas nuevas y, en algunos casos, de forma premeditada o sobrevenida, incluso pueden plantearse algún tipo de experiencia sexual. Para ello hay muy diversas formas, si bien existen algunas clásicas como son las webs de contactos específicas más recientemente, han surgido sitios donde poder chatear con desconocidos de forma aleatoria usando la webcam, como por ejemplo Chatroulette, que en buena medida han marcado tendencia hacia relaciones menos profundas y, quizás, con más riesgo.
En ocasiones se trata de una grabación y, al otro lado del videochat no hay sino una persona que controla lo que la víctima cree estar viendo y que selecciona las escenas a grabar cuando ésta se desnuda. También se puede tratar de chicas contratadas para seducir y desnudarse delante de la webcam para luego dejar la extorsión en manos especializadas. En cualquier caso, lo que la víctima cree ver es una oportunidad, alguien que quiere lo mismo que ella y que, por lo general, empieza incitando y ofreciéndose a desnudarse en primer lugar. A partir de ese momento, cualquier cosa es posible y cuando el cebo es realmente una persona se alcanzan límites no imaginables en esa supuesta relación íntima digital pero sobre todo virtual.
Hay unas recomendaciones generales publicadas por redes desde hace unos años por si es el caso de sextorción:
Pide ayuda. Solicita el apoyo de una persona adulta de confianza.
No cedas al chantaje. No acceder a las peticiones del chantajista si con ellas este se hace más fuerte.
No des información adicional. Cualquier dato o información puede ser usado por quien te acosa.
Guarda las pruebas. Cuando te amenace, te muestre cosas delicadas… captura la pantalla y anota día y hora.
Retira información delicada. Borra o guarda en otro lugar informaciones o imágenes privadas que puedas tener. Si no lo has hecho, tapa la webcam.
Elimina malware. Asegúrate de que no tienes software malicioso —troyanos, spyware…— en tu equipo.
Cambia las claves personales. Puede que esté espiando tus comunicaciones en las redes sociales.
Comprueba si puede llevar a cabo sus amenazas. Muchas amenazas son faroles, no son ciertas. Trata de comprobar que tiene las imágenes que dice.
Avisa a quien te acosa de que comete delito grave. Debe saber que la Ley le puede perseguir y que tú lo sabes.
Formula una denuncia. La Ley persigue con dureza este tipo de delitos, especialmente si eres menor de edad.