Carta abierta a mi madre y a todas las madres.
Carta abierta a mi madre y a todas las madres.
A mi mamá:
Una vez escribí: ¿Cuántas muñecas se necesitan para que una mujer se enamore de otra mujer? Para mí, bastaron dos. Cuando tenia nueve años, mi mamá me regalo una muñeca conmemorativa del milenio, era una edición especial (esa navidad yo habia pedido un horno mágico), no me gustó la muñeca asi que decidí “hacerle unas mejoras”, mi mamá se molestó, decidió que no volvería a comprarme nada tan costoso y la siguiente muñeca que me regaló fue menos costosa, menos especial. Yo volví con mis mejoras y ella dejo de regalarme muñecas.
Con el paso de los años, mamá me siguió regalando diversidad de juguetes, el horno mágico, juegos de destreza mental, para pintar uñas, para jugar al doctor, entre otros, pero tambien me regalo libros, primero me compró una enciclopedia, luego una caja con cuentos, hasta que llene un librero con enciclopedias sobre cómo funcionaba todo, sobre animales y muchos cuentos, poco a poco conforme crecía comenzó a regalarme novelas, el primero: El diario de Ana Frank, aun creo firmemente que si mi madre no me hubiese regalado todos esos libros, hoy no seria la mujer en la que me convertí.
Mi madre es una mujer alegre, sensible, comprometida con las causas políticas y sociales, consciente de su entorno y a favor de todos los derechos. Empezó su carrera universitaria a los 45 años, estudiando de día y trabajando en intendencia por las tardes. Ha sufrido todas mis tristezas y ha compartido todas mis alegrías, a menudo sufría conmigo cuando escuchaba que alguna madre negaba o decidía anular la preferencia sexual de sus hijos, siempre fue la tía de todos y quiso a cada una de mis amistades como hijos propios. Mi madre defendió mis derechos como lesbiana, incluso antes de que yo misma pudiera defenderlos.
Por lo anterior y por toda una vida de acompañamientos decidí hacer suyo este articulo y al llegar a su oficina le pregunté: ¿Por qué es importante que las madres apoyen a sus hijas lesbianas? Ella respondió lo siguiente: “Lejos de apoyar, para mi es primordial acompañar, si una madre no acompaña a su hija en este proceso, su hija no va a tener la seguridad de mostrar al mundo quien es realmente, y si vive con miedo, entonces fracasamos como madres. Es nuestra tarea como madres que nuestras hijas no tengan miedo de mostrase al mundo, que puedan vivir seguras y que puedan amar a quien sea que elijan amar”.
Después de escucharla completamente complacida, inevitablemente saqué al tema aquella muñeca, le pregunté porqué me la habia regalado si sabia que no me gustaban las muñecas. Con un gesto triste, dijo que la compró porque quería que tuviera algo bonito, algo que me recordara mi paso por el nuevo milenio. En ese momento me arrepentí por no haberla conservado y sobre todo por no haber valorado aquel regalo. Afortunadamente aun podemos seguir compartiendo la alegría y la tristeza y aunque ya no habrá más muñecas, mi mamá me ha regalado más que “algo bonito”, mi paso por el milenio, mi paso por esta vida, definitivamente no sería lo mismo sin ella.
A todas las mamás del mundo:
Podemos partir del entendido que las madres, al final de cuentas, cargan con su historia de vida, con sus sueños, dolores, frustraciones y todas las imposiciones y trabajo que se asigna por el hecho de ser madres. Pero si nosotras no construimos mujeres fuertes, libres y capaces de amar a quien sea que amen, nadie lo hará, el mundo se encargará de que esto no suceda. Si eres madre y aun no apoyas y acompañas a tu hija lee esto hasta el final. Si tu madre aun no te acompaña y te apoya muéstrale este artículo.
Según informes de La organización de Padres, Familiares y Amistades de Lesbianas y Gay (Parents, Families and Friends of Lesbians and Gays [PFLAG]) por cada cuatro familias una tiene un miembro de la comunidad LGBT, para ellos, la reacción que tengan los padres y madres sobre la orientación sexual de sus hijas dependerá el riesgo de caer en depresión, sucidio y abuso de sustancias. Entonces, ¿Qué puedo hacer como madre para acompañar y apoyar a mi hija?
Evitar aislarse de las amistades por temor a compartir el problema.
Reafirmar a tu hija tu amor incondicional.
Apreciar el valor y la fuerza que toma expresar tu orientación sexual.
Evita confrontarla, por el contrario, crea un ambiente lleno de respeto y fortaleza.
Comprende la importancia de tu apoyo.