Una cultura Trans para TODES
- Psic. Julio Nicolás Méndez
- 1 jun 2019
- 2 Min. de lectura
Una cultura Trans para TODES

Actualmente, estamos viviendo en una constante trans-formación. Poco a poco, la lucha por los derechos básicos, dio lugar a una cultura de la diversidad. Una que amplía las maneras en que nos vinculamos, nos nombramos y nos sentimos. Cada persona siente de manera distinta y se construye en forma particular. La idea es entender que somos particulares y garantizar la plena asunción-expresión de nuestras distinciones.
La comunidad LGBT+ (Lesbianas, Gays, Bisexuales, Trans) ha conquistado en Latinoamérica, mediante incansables luchas y movimientos, algunos derechos civiles necesarios para acceder a la posibilidad de tener una buena calidad de vida. Sin embargo, esto resulta completamente insuficiente, ante toda la movida violenta y discriminadora, de aires conservadores y políticas de odio, que puja por la exclusión.
La comunidad sigue siendo perseguida, humillada y asesinada. La esperanza de vida de las personas trans y travestis sigue siendo de 35 a 40 años, lo cual es alarmante.
Todos tenemos derecho a la identidad, a poder decidir quién queremos ser y como lo queremos expresar. En principio es algo que a las personas cis-género, no se les cuestiona. Ellos están dentro de la “norma" hombre o mujer, heterosexual.
No obstante, existen otras personas que sienten de manera distinta. Esas personas excluidas mediante la negativa al acceso de la salud, la educación, el trabajo, etc., en contrapartida, buscan alcanzar nuevas maneras de vivir y expresar la sexualidad y el género, entendiendo a estas, como cuestiones fundamentales del ser humano, que deben ser respetadas y garantizadas mediante el pleno goce de derechos.
Luchando para permitir amar, sentir y expresar con respeto y libertad. Cuestionando las condiciones, buscando trans-formarnos en sociedades realmente inclusivas, que no hagan oídos sordos al dolor del otro, un dolor por no poder ser.
La inclusión consiste en preguntarse, qué tengo que ver con esta sociedad que excluye y vulnera al otro, es animarse a reparar el lazo social.
Somos diversos, somos tantos y uno a la vez, somos múltiples voces y una única voz, seamos capaces de escuchar sin callar a nadie, ya que algunos estamos gritando por la libertad: de TODES.
