¿A dónde vas?, es tu hijo
¿A dónde vas?, es tu hijo
En la actualidad vemos muchos abuelos disfrutando de sus nietos porque “a ti hijo te eduqué, pero a mi nieto no tengo por que”. Esta relación de bondad, cariño y amistad es impagable. Tanto que los niños acaban adorando a sus abuelos y abuelas.
Sin embargo, cuando los abuelos deben llevar la responsabilidad de cuidar y educar a los nietos sin la presencia de los padres, durante varias horas al día, es evidente que la labor de abuelo se resiente, porque el abuelo debe ejercer de padre (o la abuela de madre) incorrectamente ya que no es su etapa ni responsabilidad.
Y es muy común ver escenarios donde los abuelos cuiden a los niños los primeros 3 años, hasta que entren al kínder, cada día, desde las 7 de la mañana, hasta aproximadamente las tres de la tarde están con ellos. En todo ese tiempo la han visto empezar a comer, a andar, a hablar y todos esos progresos que cualquier padre y abuelo querría vivir. Sin embargo también la han tenido que ver llorar, enfadarse, quejarse, jugar, romper, destrozar, desobedecer y todas aquellas cosas que los niños hacen, pero que suelen acabar molestando a los adultos.
A pesar de que los abuelos pueden educar a sus nietos por las razones que sean, por lo general no están preparados para las altas exigencias que supone la crianza de un niño hoy en día. A diferencia de los padres, los abuelos que se encargan de cuidar a sus nietos se ofrecen a cuidar a sus nietos sin tener ninguna formación específica y con un tipo de educación más antiguo. Además, que un niño que es cuidado por sus abuelos puede tener traumas por la pérdida de un padre o una madre.
Aunque la mayoría de los abuelos asumen voluntariamente el cuidado de los nietos cuando los padres no pueden hacerlo, asumir su crianza por completo suele alterar el curso normal de sus planes de vida. Es diferente el deseo de ser un abuelo tradicional al de asumir un rol de padre, siendo una generación anterior, y en ocasiones, con menos resistencia o, inclusive, con algunos problemas de salud. Los cambios sociales actuales tales como la inclusión de la mujer en el ámbito laboral, el aumento de los divorcios, el abuso de sustancias, el encarcelamiento de algún padre, situaciones de abuso, abandono, enfermedad, muerte, violencia familiar, la falta de vivienda y otros, han contribuido al aumento de abuelos encargados de la crianza de sus nietos.
Algunos de estos abuelos sienten que pierden la oportunidad de fungir tal cual como abuelos consentidores y cariñosos, y al asumir la crianza de sus nietos, se vuelven "viejitos cascarrabias" con un gran enojo hacia sus hijos, quienes los forzaron, por el motivo que sea, a asumir este rol inesperado.
A medida que las personas envejecen necesitan más atención médica, por lo que los abuelos que crían a sus nietos a menudo tienen menos tiempo y dinero para gastar en su propia salud. Además, las altas exigencias físicas de criar a los niños (sobre todo aquellos que tienen menos de 5 años), pueden tener un grave efecto sobre la salud de un cuidador que no tiene una buena salud física.