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Freud, no quiero ir a terapia
La terapia psicoanalítica es muy útil para las personas que sienten una preocupación emocional recurrente, y también para los individuos que quieran conocerse mejor a ellos mismos.
La sensación de que somos capaces de comprender mejor nuestras creencias, pensamientos, emociones y sentimientos suele redundar en un mejor autoconcepto y bienestar. El psicoanálisis, y en especial la terapia que desarrolló Sigmund Freud, está enfocada a conocer, gradualmente y de forma profunda, el inconsciente y las manifestaciones de éste en nuestra conducta diaria.
Sigmund Freud, muy atento a los aconteceres y relaciones del individuo y la sociedad, escribe en 1930 lo que para algunos será una de sus obras esenciales; me refiero a “El Malestar en la Cultura”. En aquel escrito el autor nos dirá que la función de la cultura será remediar el sufrimiento humano; sin embargo, los dispositivos que creará para tales efectos son tan represores y limitantes de placer, que prontamente es vista la misma cultura como una nueva causa de sufrimiento y con la expresión “clínica del vacío” hemos querido definir en la práctica terapéutica que ya no puede ser pensada a través de la centralidad en la pura represión y retorno de lo reprimido, al que hace referencia la noción freudiana de síntoma, sino que exige colocar en su centro el factor angustia-defensa o síntomas fóbicos a la hora de generar un cambio y prepararnos para dar el paso a algo que no estamos acostumbrados. Este cambio supone una cierta decadencia de la experiencia subjetiva del deseo del individuo.
La clínica del vacío también se siente por el paciente como una falsa adaptación, defensas en su personalidad negadas a cambiar y soltar su normalidad o lo natural en su experiencia de vida y eso genera aungustia y resistencia al cambio en la personalidad y el acto en la realidad sin romper con la realidad cotidiana, sino que rompen el lazo con su deseo, alienándose en identificaciones propias y mejor adaptadas con su entorno.
Muchas veces, en el proceso psicoanalítico se hace referencia a un sentido de vacío de insatisfacción y angustia y al avanzar y remover estructuras se genera angustia por la incertidumbre de poder hacerlo diferente y la duda sobre si una nueva conducta funcionará, pero al mismo tiempo esa sensación de angustia sirve para identificar un nuevo reto y generar ímpetu para actuar y lograr el cambio, eso es parte de la forma de la técnica psicoanalítica, donde el paciente trabajará en conjunto con el analista quien estará para dimencionar y abrir diferentes formas de percepción que disminuirá el sentimiento de vacío en la terapia clínica.
