El mundo bueno para los pequeños
De acuerdo a la pedagogía Waldorf el crecimiento de los seres humanos se divide en septenios (lapsos de 7 años) siendo los tres primeros los que más necesitan de la guía adulta, así habla de que en el primer septenio (0-7) debemos transmitir que el mundo es bueno; en el segundo (7-14) que el mundo el bello y en el tercero (14-21) que el mundo es verdadero. Nos enfocaremos en la enseñanza del primer septenio: el mundo es bueno. Lo primero que debo aclarar de esto es que claro que no pienso que todo es bueno y que escucho cuando madres y padres preocupados dicen que es taparles los ojos a la realidad; pero veámoslo así, si llenamos esos pequeños cuerpos de bondad, de pensar que lo “correcto” es lo bueno, de cuidadoras, cuidadores, experiencias, sensaciones buenas ¿que tendrán adentro? “Lo bueno” de esta manera los y las niñas podrán acudir a ello cuando lo necesiten, podrán identificar lo que no es bueno y además estarán llenos y llenas de confianza básica. Ahora, está transmisión de lo bueno es algo a nivel sensación, cuerpo y espiritual, no es un conocimiento, se logra con entornos amables, palabras suaves y dulces, actos con calma, paciencia, espera, compasión. Y pensémoslo: ¿qué mundo podemos crear si el primer acercamiento y certeza que tenemos es la bondad?