La crianza no es una lucha de egos.
La crianza no es una lucha de egos.
Art by Elisa Anfuso
Durante estas fiestas nuestras Niñas y niños conviven con mas personas de las que comúnmente lo hacen, lo cual puede ser muy divertido pero también muy estresante tanto para la niñez como para madres y padres ya que empiezan las dudas sobre la crianza, sobre las costumbres, el trato, hasta las obligaciones de dar beso o abrazo a aquel quien El Niño o La Niña no quiere hacerlo (jamás se debe forzar a la niñez a dar besos pero ese es tema para otro artículo) y estás acciones pueden provocar molestias, culpas y dudas. Así que propongo que tomemos estos días particularmente vulnerables y fuera de lo común para replantearse la crianza que llevamos, las decisiones que tomamos y que tanto estamos en el mismo equipo ambos progenitores seamos o no pareja. En este ejercicio lo primero que nos plantearemos es porque hacemos lo que hacemos y si la respuesta es para que mi hija o hijo esté feliz, a salvo, sepa que le cuido seguramente estamos por buen camino pero si las respuestas son las siguientes: -porque así lo hicieron conmigo -porque no se como hacerlo -porque tengo un humor particular -porque la sociedad lo marca así -porque quiero que mis hijos sepan que soy yo quien tiene poder -por el que dirán -Por miedo a las reacciones Seguramente la acción está atravesada por una lucha de egos entre adultos y por las propias heridas infantiles y Justo es ahí donde se deja de cuidar a la infancia. Habrá que evaluar continuamente nuestros papeles y roles y recordar continuamente que desde que nos convertimos en madres y padres ese rol es más importante que muchos otros que hemos jugado ya que es la vida y bienestar de otro ser el que está en juego. Así que si detectas que en ti o en tu pareja se toman de idiomas de crianza en torno a una competencia de quien lo hace mejor o vez límites que tu pequeño o pequeña te está pidiendo le ayudes a poner y tú no lo logras es una opción informarte sobre crianza y siempre buscar ayuda terapéutica que te guíe a una crianza libre de ego.
