¿Cómo atravesamos esos momentos de gran incomodidad?
¿Cómo atravesamos esos momentos de gran incomodidad?
Es una pauta, toda situación displacentera tiene un final, por eso la noción de tiempo adquiere importancia a la hora de atravesar estados de ansiedad o de angustia. Es decir, cuando la incertidumbre reine la forma de destronarla es teniendo en cuenta que la situación es transitoria.
Hay momentos de gran incomodidad que atravesamos todo el tiempo, por los cuales vamos a sentir diversas emociones naturales. Sentirse abrumado, estresado, cansado, ansioso, molesto es normal. Es fundamental reconocer esas emociones y poder ponerlas en palabras, ya que todo lo no dicho se actúa. Expresando los sentimientos, transitarlos se vuelve más fácil.
La paz mental se convierte en una búsqueda constante en personas como nosotras, adsorbidas por la rutina diaria, el trabajo y las preocupaciones. A veces tenemos una mala racha, vamos de pérdida en pérdida, sin embargo, luchamos por esos instantes de tranquilidad y serenidad.
Somos seres deseantes, deseamos lo que no tenemos. Lo cual nos introduce en una gran contradicción, cuando obtenemos esa tranquilidad “las casualidades” hacen que la perdamos y cuando estamos estresados buscamos momentos de paz. ¡Contra-dicción!
Por lo cual, cada uno va a encontrar sus momentos de paz mental, teniendo en cuenta lo que siente y desea; dando lugar a las emociones placenteras y displacenteras; sin ahogarse en la evitación constante de que lo que incomoda. Es importante permitirse encontrar diferentes momentos, actividades, pasatiempos, para poner en juego nuestros gustos y nuestra personalidad; pero también para descargar el bajón.
La tranquilidad mental, se logra entendiendo la situación lo mejor posible, desde los hechos concretos, intentando diseminar los miedos y fantasías que pululan sin límite, entendiendo que las situaciones que atravesamos no son eternas y que va a depender de nosotros, en gran medida, como la transitamos; comprendiendo que el aburrimiento, el enojo o la ansiedad son naturales. No es una exigencia estar contento o tranquilo constantemente, pero si es importante ser fiel con lo que sentimos, dándole el lugar que corresponde, encontrando esos puntos medios.