Resiliencia: Nuestra aliada ante la adversidad

“Cuando todo parezca ir contra ti, recuerda que el avión despega contra el viento, no a favor de él”.

Henry Ford

A lo largo de estos tiempos de pandemia, nos enfrentamos constantemente con la incertidumbre y la adversidad. Nos movemos por terrenos movedizos buscando donde aferrarnos, queriendo encontrar una referencia que nos devuelva la seguridad. Circunstancias complejas, de barbijos y alcohol en gel; las cuales hoy nos pueden poner contra las cuerdas y llevarnos a estados límites. La ansiedad se vuelve moneda corriente y el compartir se vuelve algo aún más preciado. El desafío que nos impone el día a día, es, afrontar las dificultades e intentar salir adelante. La pregunta es ¿tenemos la fuerza y voluntad necesaria?

Afrontar la realidad, se vuelve un proceso y un camino lleno de obstáculos, donde lo aconsejable es no olvidar nuestros recursos personales y sociales, como así también, permitirse abrirse a una posición de flexibilidad. Una tarea por demás, difícil pero posible de cumplir. Lo fundamental será el apoyo y el encuentro con la adaptabilidad. Habilitarse a desarrollar una noción de resiliencia es la carta guardada ante el juego que propone la pandemia. Una mente abierta, plástica, que deja al costado las obsesiones con metas que hoy no pueden alcanzarse, son os componentes indispensables. El proyecto de ser una persona, un tanto más resiliente, es una empresa difícil pero llena de virtudes. Significa dar cuenta de las situaciones con los recursos psicológicos con los que cuento, siendo un proceso sumamente dinámico signado por el cambio.

Ser más resiliente no tiene que ver con no sentir o no pasar por situaciones dolorosas o estresantes, la tristeza y el dolor emocional son partes de cualquier camino, justamente en este tiempo es común y valido experimentarlos. Sin embargo, la invitación es a desarrollar un empuje hacia algo que nos anime a continuar. En este punto, se destacan los procesos vinculares y comunitarios, son estos momentos que compartimos con familiares y amigos los que nos dan ese estimulo necesario, así como también su cuidado y atención. Son nuestros vínculos los que nos sostienen sumado a la posibilidad de abrirnos a los otros, con los recursos que tenemos disponibles, pantallas de por medio. La realidad ciertamente nos confrontó a todos con nuestros temores y limites, y será nuestras capacidades creativas y afectivas la que nos brinde nuevas oportunidades.

Psic. Julio Nicolás Mendez

B.Aires Argentina

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